Así se desprende del segundo Informe de incidencias por LGTBIfobia publicado por el Observatorio contra la LGTBIfobia del Campo de Gibraltar, recogido por Europa Press, en el que también se expone que, en un 82,6% el agresor y la víctima no se conocían de antes.

De los datos cuantificados, se alcanzaron un total de 29 incidencias por LGTBIfobia durante 2022, donde el número total de personas atendidas fue de 314. Entre ellas, casi la mitad de las víctimas --un 42%-- son menores de 30 años, "entre ellos muchos adolescentes", mientras que un 11% son personas mayores de 60 años.

El Observatorio ha advertido que en 2022 se ha producido una "infradenuncia" ya que el 85,3% de las incidencias no fueron denunciadas, algo que "sigue siendo el patrón de comportamiento habitual", ya que "en más de la mitad de los casos, las víctimas no se atrevieron a informar por temor al rechazo de sus familiares
y amigos, la vergüenza o el miedo a ser asaltados nuevamente".

De estos 314 casos, la mayoría de los afectados, un 58,4%, son hombres gais, frente a un 19% de mujeres lesbianas y cerca de un 20,6% de personas trans víctimas de homofobia. A este respecto, el Observatorio ha señalado en su informe que esta cifra es "muy baja" teniendo en cuenta "la realidad de las personas trans", que son "con diferencia las que más sufren una clara discriminación y falta de inserción social y laboral". Así, han apuntado que el año 2022 ha estado marcado por "un incremento muy importante de ataques contra las personas del colectivo trans", por lo que han abogado por "apoyar el feminismo incluyente para evitar el aumento de la exclusión de las personas trans y una alineación con los discursos de extrema derecha".

En el informe también se argumenta que las agresiones físicas y tradicionales que el colectivo LGTBI ha sufrido históricamente están siendo reemplazadas o sustituidas "poco a poco" por una violencia "más simbólica", como son las pintadas a monumentos LGTBI en los espacios públicos o los impedimentos para colocar la bandera arco iris en lugares públicos "que ya se daban en años anteriores y que han ido incrementado".

No obstante, desde el Observatorio han apremiado a "no olvidar" que la violencia física y verbal, el acoso o el ciberbullying "continúan ocupando un destacado lugar en términos de la tipología de los incidentes de odio, tan superados por los exclusivamente verbales que, en el caso de algunos medios, están reemplazando el insulto tradicional".

El objetivo de este segundo Informe de incidencias por LGTBIfobia es el de constatar "la realidad" de la comunidad LGTBi con respecto a los delitos y los discursos de odio que se producen contra las personas de este colectivo.