Entrada a la cueva neolitica de Kaf Taht El Ghar
Entrada a la cueva neolitica de Kaf Taht El Ghar

Un estudio concluye que el intercambio cultural entre las dos orillas del Estrecho ya se daba en el Neolítico

Un estudio concluye que el intercambio cultural entre las dos orillas del Estrecho ya se daba en el Neolítico
Un trabajo arqueológico de un equipo internacional en el que han participado investigadores de las Universidades de Córdoba, Huelva y Burgos concluye que mucho antes de la romanización del extremo occidental del Mediterráneo grupos humanos a un lado y otro del Estrecho de Gibraltar ya compartían conocimientos, aspectos culturales y, por supuesto, genes.
El trabajo, del que ha informado este miércoles la Universidad de Córdoba tras su publicación en 'Nature', parte de la lectura genómica combinada de restos humanos neolíticos procedentes de tres yacimientos clave en Marruecos, la cueva de Kaf Taht el-Ghar, en Tetuán; el del Ifri n'Amr Ou Moussa, en la provincia de Khémisset; y el de Skhirat-Rouazi, al Sur de Rabat.

La datación de todos esos restos y su estudio genómico ha permitido a un equipo ibero-sueco-marroquí constatar que la diversidad biológica y cultural de los humanos que habitaron el territorio hace más de 7.000 años pudo estar detrás del éxito de la neolitización en el Norte de África.

Para uno de los firmantes del trabajo publicado en 'Nature', Rafael M. Martínez, de la Universidad de Córdoba, el estudio supone "un antes y un después en la comprensión de muchos aspectos relacionados con los procesos de difusión del Neolítico en la región, zanjando la cuestión respecto a su origen en Andalucía y el Magreb".

A su juicio, "queda bastante claro el sentido unidireccional del proceso, probablemente desde Iberia, y que sitúa la decoración impresa de estas primeras cerámicas marroquíes en el conjunto de las primeras cerámicas impresas del Mediterráneo Occidental, incluyendo Península italiana, Sur de Francia y Mediterráneo ibérico".

Las conclusiones del trabajo rompen algunos mitos sobre el inicio del Neolítico y, por tanto, de la agricultura en el Norte de África hace unos 7.500 años.

Junto a Martínez, firman el artículo Juan Carlos Vera, de la Universidad de Huelva, y Cristina Valdiosera, de la Universidad de Burgos, codirectora del proyecto liderado por las universidades de Uppsala y Burgos, con un papel relevante del Instituto Marroquí de Ciencias de la Arqueología y el Patrimonio (INSAP). 

Un estudio concluye que el intercambio cultural entre las dos orillas del Estrecho ya se daba en el Neolítico