En cualquier esquina de una ciudad, el puesto ambulante de la castaña se convierte en un nuevo ciclo, en otra etapa del año, pero sin embargo el adelanto del castaño, obliga a los ambulantes a colocar sus puestos y empezar la temporada a final de verano, coincidiendo con los baños en la playas y piscinas.

Aproximadamente hace  diez años, la temporada de la castaña se iniciaba más o menos en la vuelta al cole, lo cual, nos marcaba una nueva etapa de la vida, el inicio del curso escolar, marcaba el ritmo de muchas vidas, dejando las playas y las piscinas para los fines de semanas del veranillo del membrillo, en el santoral de San Miguel. 

La parte negativa,  la evidencia de la alteración de los frutos por el calentamiento terrestre y la positiva,  el mes que ganan los ambulantes para poder vender más hasta aproximadamente hasta principio del mes enero del año que llega.