Los trabajadores de Acerinox, en el puente de Guadacorte
Los trabajadores de Acerinox, en el puente de Guadacorte

La resistencia de los trabajadores de Acerinox: tres meses sin ningún ingreso

La resistencia de los trabajadores de Acerinox: tres meses sin ningún ingreso
Las 1.800 familias que dependen de empleos directos de la fábrica de Acerinox en Los Barrios (Cádiz) y las 600 relacionadas con los empleos indirectos, afrontan ya una situación dramática en muchos casos después de más de tres meses de huelga indefinida en los que no perciben ningún ingreso en sus casas.
La situación de las familias de los empleados se debate ahora además en la incertidumbre, después de que el pasado jueves votaran con una abrumadora mayoría de 1.200 votos frente a 427 en contra de la propuesta de los mediadores del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) de la Junta de Andalucía para alcanzar un acuerdo en la negociación del convenio colectivo.

Ahora, la falta de una nueva cita en el horizonte para la negociación y la distancia entre la empresa y el comité de huelga plantean aún mas incertidumbre para muchas familias que comienzan a atravesar momentos de complejidad económica por la ausencia total de ingresos.

Para hacer frente a esta situación, un grupo de seis trabajadores de la planta gaditana organizó hace un mes una caja de resistencia a través de la Asociación de Amigos del Metal, una asociación sin ánimo de lucro para recabar fondos económicos y bienes de primera necesidad para responder a las carencias de los trabajadores.

El presidente del colectivo, Antonio Torrejón, señala en declaraciones a EFE que son ya unas cincuenta las familias a las que se está atendiendo, para responder a carencias de primera necesidad como bombonas de butano, pañales, medicamentos y, en muchos casos, alimentos básicos.

“No es normal que vivamos todo esto”, afirma el impulsor de la iniciativa, que añade que los afectados cuentan con el problema añadido de que se trata de familias con sueldos medios que, de repente, no tienen ingresos. “Verte con un poder adquisitivo normalito a verte sin ningún ingreso es muy duro. Hay directores de banco que ya están pidiendo cita a los trabajadores para ver qué está pasando”, señala.

Hasta no estar constituidos con un CIF, el colectivo no puede disponer de un número de cuenta para manejar cantidades económicas. Eso les hace funcionar con el reparto directo de bienes, para lo que han conseguido que el Ayuntamiento de Los Barrios les ceda un local para un almacén, además de acordar con la empresa el uso de un local en la fábrica para atender directamente a los afectados.

Además de ofrecer directamente productos y bienes de primera necesidad, como bombonas, pañales o alimentos, están organizando los repartos a los afectados a través de tarjetas monedero de uso en distintos supermercados y tiendas del Campo de Gibraltar.

“No paran de mandarnos familias y hay muchos casos todavía que no salen a la luz, porque la barrera del miedo y de la vergüenza hace que no se atrevan a dar el paso”, afirma Antonio Torrejón, que cuenta cómo, en algunos casos, se recurre a amigos de confianza para evitar situaciones incómodas. “Así les ahorramos la vergüenza”, explica.

Son también muchas entidades y personas las que están ofreciendo apoyo solidario a su causa. Colectivos como la coordinadora antidroga Barrio Vivo, sindicatos como la Coordinadora Solidaria de la estiba del puerto de Algeciras o incluso políticos como el portavoz de Adelante Izquierda Gaditana, David de la Cruz, están donando cantidades económicas para amortiguar el impacto de la huelga en las familias.

Son también muchos los compañeros de la fábrica que están arrimando el hombro. “Hay compañeros que están en servicios mínimos o que tenían más dinero ahorrado y que están donando, además, sin querer figurar, sino desde el anonimato”, explica Torrejón.

La situación sigue siendo oscura, ante la falta de indicios de entendimiento entre empresa y comité. Por eso, el colectivo coge fuerzas para las próximas semanas, que serán difíciles para muchas familias de la fábrica: “Vamos a resistir, pero mentalmente va a ser duro. Cuando se restablezca todo, las trampas se pagarán; pero será difícil para el trabajador y también para la empresa”, concluye. 

La resistencia de los trabajadores de Acerinox: tres meses sin ningún ingreso