La última red ha sido rescatada frente a la Torre de la Sal, en la localidad malagueña de Casares, a apenas veinte metros de la orilla, y tenía numerosas capturas de peces muertos, ha informado dicha asociación en un comunicado.

Han explicado que en esta ocasión era un trasmallo, pero otras veces han sido redes a la deriva de varios kilómetros de longitud, peligrosas para peces, cetáceos y tortugas que quedan atrapados.

Los ecologistas han denunciado que muchas de estas redes son artes de pesca ilegales que se siguen utilizando en Marruecos y han reclamado medidas y un control sobre esta pesquería, ya que casi el diez por ciento de estas redes quedan abandonadas.

Algunas de ellas no solo son una trampa para especies de mamíferos marinos, sino que también afectan a aves marinas del Estrecho Oriental.