Verdemar pone de manifiesto que Acerinox está ampliando su planta y que ello está provocando un efecto acumulativo de emisiones que perjudica a la salud pública, siendo los más afectados por esta circunstancia los vecinos de Palmones, en Los Barrios; y de Guadarranque, en San Roque.

La concentración industrial en este espacio provoca, según aseguran los ecologistas, emisiones atmosféricas  que perjudican  la salud pública y el medio ambiente, generando vertidos  a la atmósfera con sustancias peligrosas, como las partículas y metales pesados.

"Acerinox es un foco de contaminación nocturna sin que nadie lo remedie", aseguran, y lamentan que la Junta de Andalucía "no tiene intención de que esto cambie".

Verdemar recuerda que la Junta es la competente para la realización de inventarios de emisiones y mapas de calidad del aire; para la elaboración de planes de mejora de la calidad del aire; para la vigilancia y control de la calidad del aire; y para la vigilancia, inspección y ejercicio de la potestad sancionadora en relación con las emisiones producidas por los actividades sometidas a autorización ambiental.

"En nuestro conocimiento como organización ecologista, la Junta de Andalucía no ha cumplido con tales obligaciones de vigilancia, control e inspección en el ámbito territorial de la Comarca del Campo de Gibraltar", señalando de forma concreta a las emisiones procedentes de Acerinox en Los Barrios, ya que sospechan que "se estén manipulando para pasar los controles ambientales y de salud".

"Los sistemas de aspiración y filtración de los humos generados durante el proceso de fusión, afino, colada y esmerilado no funcionan y la contaminación de partículas cae encima de la población de Palmones o Guadarranque, San Roque, dependiendo del viento", aseguran.

Las granallas y polvos de la laminación y del vertedero de Acerinox "están haciendo estragos en la población, contaminando a sabiendas, vulnerando la Convención Europa de Derechos Humanos, en sus artículos 2 y 8 , que protegen el derecho a la vida y a la vida familiar".

Análisis

Tras realizar un estudio particular del polvo que se encuentra en la corteza de los árboles del Campo de Gibraltar, Verdemar ha destacado los niveles de cobre y de zinc, hasta cinco veces por encima del valor máximo permitido.

"La contaminación del suelo por metales pesados es lo que muchas veces se denomina una contaminación silenciosa, porque nadie la ve. La ingesta de estos metales puede provocar anemias, insuficiencias renales, enfermedades neurológicas, cánceres hepáticos. Los metales pesados son altamente cancerígenos", advierten los ecologistas.