Igualmente ha reiterado que Ceuta tiene una capacidad de acogida limitada y que el número de menores debe adecuarse a dicha situación, “por el bien del menor y por materializar ese principio de solidaridad”. Ha deseado que el acuerdo, que es para 2022 y 2023, pudiera tener un carácter permanente, aunque en cualquier caso, una valoración “altamente satisfactoria” porque da respuesta a una situación derivada de la crisis migratorias. “En Ceuta ese exceso de menores que supera nuestra capacidad de acogida no es consecuencia de una crisis puntual, sino que aquí hay saturacion crónica por ser frontera terrestre y en el acuerdo se reconoce y motiva ese principio de derivación a otras comunidades”.
El presidente ha agradecido, además, el “excelente trabajo” que ha realizado en este ámbito la vicepresidenta primera de la Ciudad, Mabel Deu, que se demuestra con la consecución de este acuerdo pero también ha tenido otros momentos, como la respuesta que desde el área de Menores se dio a los menores que permanecían en la calle durante la pandemia; el epìsodio de mayo, cuando se llegó a contabilizar 1.500 menores no acompañados; y dando viabilidad financiera y de localización a la futura construcción de un centro de menores.