LA LINEA.- Tras casi una hora de espera en los aledaños de la Sala Dallas de La Línea, se abrieron las puertas para dar comienzo con la gira del segundo trabajo de El Canijo de Jerez, 'La Lengua Chivata'. A medianoche y con el sonido de las campanas, se subía a la tarima la banda del Canijo, Los Fumadores Galácticos: Fernando Lamadrid al bajo, Pedro Pimentel a la guitarra y Carlos Merino a la percusión. Comenzaría así la función con la canción que da nombre a su disco. No tardó en rescatar temas de Los Delinqüentes, A La Luz del Lorenzo fue la primera de otras muchas que volvería a cantar durante el espectáculo, un espectáculo íntimo debido a la cercanía del escenario con el público, donde El Canijo repartió besos, abrazos y dedicatorias. Hola Buenos Días, Gladiadores Emplumados y Chatarrero de corbata (para Juanito Makandé) sonarían a toda pastilla por los altavoces haciendo retumbar los cimientos de la sala. En el pequeño escenario se podía ver el papel con el guion de canciones que tocaría, aunque sumaría otras como Mis condiciones pajareras, Los Bichos que nacen de los claveles o un popurrí garraptaero que resumían en cinco minutos las canciones más emblemáticas de Los Delinqüentes. Con Vieja rata mentirosa se acordó del ingreso en prisión de Isabel Pantoja y de todos los políticos corruptos que apestan las alcantarillas de nuestro país y, ya que se encontraba en suelo linense interpretó Pirata del Estrecho mientras reclamaba la españolidad del Peñón de Gibraltar. 'El nuevo despertar de la farándula cósmica', su primer disco en solitario, contó con la representación del Sentimiento de caoba y Si te pones triste, y entre canción y canción, se divisaban las gafas de Migue Benítez, líder de Los Delinqüentes. Por ello, el homenaje a su memoria estaba al caer, y así fue: sonaban los primeros acordes de Poeta Encadenado mientras Canijo se dirigió a un joven que portaba una camiseta del Migue, tocándole el pecho en señal de dedicatoria al maestro garrapatero que nos trajo las flores. Sin duda el momento más emocionante de la noche, que continuaría con El Aire de la calle y La Primavera Trompetera.Entre palmas, bailes y ron, la noche se iba consumiendo, pero todavía quedaba tiempo para que Canijo se tirase al público y éste, lo llevase en volandas por toda la sala mientras se despedía con Kiss Off  y el Abuelo Frederick. Aunque no se iría tan pronto, y salió tras el concierto a hacerse fotos con los seguidores que le habían esperado, y hasta firmaría alguna que otra guitarra que aguardaban impacientes en el maletero del coche. Una noche garrapatera que nos dejó afónicos perdidos. Puedes ver la galería fotográfica pinchando aquí