Del trabajo no se ha hecho cargo cualquier. Ha sido el padre de la criatura, Carlos Alfonso Ortega, el que, soplete en mano, procedió ayer a aplicarle a la obra los retoques propios de una cirugía estética.

La obra del Quijote en la Vespa fue realizada por Ortega en colaboración con su alumnado en 2004 con motivo del IV Centenario de la Primera Parte del clásico de la literatura universal de Miguel de Cervantes Saavedra. En 2011, la escultura sufrió un ataque vandálico, volviendo a reinaugurarse en 2015.

La obra simboliza la tolerancia e idealismo de todos los caballeros andantes que trabajan por la cultura, tienen pasión por el saber y dedican su vida a las artes.

Ahora, después de pasar por la ITV, el Quijote más algecireño luce con fuerzas renovadas para tumbar lo que le salga en el camino, ya sean gigantes o molinos.