(1-0) Un Algeciras pésimo se acerca al peligro
16/03/2014 | 17:28
MELILLA. - Hace siete días ante el Arroyo el Algeciras dejó muy malas sensaciones, pero nada que ver con lo acontecido en el Álvarez Claro de Melilla. El peor partido del año, sin duda, del cuadro de Sanlúcar que, además, se acerca al abismo. Sin alarmismos, sin pesimismos pero con la realidad de los números. Cinco jornadas sin ganar, un sólo punto de los últimos 15 y la distancia con el infierno que ya es, tan sólo, de seis puntos.
En el norte de África sólo un enorme Romero, detuvo un penalti y fue el asistente en la mejor y casi única ocasión de su equipo, se salvó de un desastre generalizado y del que, obviamente, tampoco se libra el técnico. La discusión entre Parada y Andújar, en la segunda mitad, es sólo la muestra de la impotencia de un equipo que, ojo, está haciendo un gran trabajo desde septiembre pero al que la liga se le está haciendo muy larga. En cualquier caso, todo sigue estando en su mano para lograr la permanencia que, pese a todo, sigue estándo cerca.
Sufrió de lo lindo el Algeciras en los primeros 45 minutos. Las bajas en defensa, no estaban los laterales, y la rapidez del Melilla fueron un calvario para los rojiblancos a los que Romero, una vez más, y el larguero salvaron de marchar a la caseta en desventaja. Y eso que en los primeros cinco minutos el que dominó fue el cuadro de Sanlúcar. Borja, que necesitó más ayuda para detener a Guille Roldán, amenazó en el minuto cuatro poniendo sobre aviso a los norteafricanos. Fue un espejismo ya que Manolo, por banda derecha, y sobre todo el citado Roldán fueron un martillo pilón para los visitantes.
En el tramo que transcurrió entre el minuto 10 y 15 el Melilla generó tres ocasiones que no acabaron en gol por poco. Fran Miranda, de cabeza, el eterno Chota y como no Roldán, rozaron el tanto. Los ataques azulinos se iniciaban por derecha pero acababan en la izquierda con el cuadro algecirista basculando y pasando un sofoco que parecía no tener fin. La parcela central tampoco estaba fina y Chota, todo un cla?ico, ganó la espalda en varias ocasiones. En una de ellas, en el 25, pudo marcar tras un despeje de su portero Munir. Apareció el Gato y evitó males mayores. Repitieron los protagonistas en el 39 pero el sevillano, que antes ya había resuelto otro cabezazo de Aznar, se agrandó. Y si no estaba él, como en el 40, apareció el travesaño para repeler un remate de cabeza de Roldán en una jugada que, otra vez, partió de la derecha para acabar en el costado contrario.
El descanso llegó para evitar más problemas a un Algeciras que estaba perdido aunque tuvo la última del primer acto pero Amarito evitó que Andújar fusilase a Munir.