El Algeciras sumó los tres primeros puntos de la liga y lo hizo en el más puro estilo de la centenaria historia rojiblanca. En un partido épico, con una grada entregada y que sabe exigir cuando toca y apoyar cuando más se le necesita, los de Viso ganaron a un Écija que se volvió loco en la segunda parte y que no supo aprovechar la superioridad numérica de la que disfrutó durante más de una hora. Cierto es que en la primera mita los astigitanos fueron mejores e incluso estrellaron dos balones en el travesaño. Luego, cuando a priori más fácil lo tenían, no supieron leer el choque. Algo que sí hizo el Algeciras. Apenas se jugó y luego la grada llevó en volandas a los suyos que se acercaron al marco de Fernando y encontraron el premio en un penalti sobre Antoñito que Ale Pipo convirtió.

Una victoria de gran valor moral pero que también deja lecturas para realizar con calma. El plan de Viso es plausible y atractivo, pero, paradojas del fútbol, su primer triunfo llegó con eso que los filósofos del deporte rey, llaman el otro fútbol.

El partido arrancó con una señal de lo que iba a suceder durante los primeros 45 minutos. El Écija dominó desde el principio con un Algeciras espeso, aunque por momentos trianguló bien el centro del campo pero sin continuidad. La idea  de sacar el balón jugado desde atrás está bien pero cuando se convierte en axioma obligatorio puede ser un problema. Eso y una imprudencia de Aaron dejaron a los de casa con 10 cuando sólo se habían jugado 30 minutos.

Cabe decir que antes el Écija ya era superior, aunque ligeramente, y además mandó dos balones al travesaño. Uno de Usardi, al que previamente Romero salvó un mano a mano, y otro de Luisito en las postrimerías del primer acto. Joselu, tras otra falta de entendimiento entre Juanjo y el arquero, casi marca antes de la inferioridad.

Los de Viso solo tuvieron un par de chispazos y curiosamente a partir de la expulsión, el meta local ya sacó en largo todos los balones. Quedaba mucho por sufrir ante un buen rival que, además, jugaba en superioridad.

Ejercicio de fe

El fútbol tiene muchos aspectos incontrolables y uno de esos tiene que ver con el ánimo de un equipo revelado. El Écija, en superioridad, parecía otro equipo.  Los de casa se colocaron mejor en el campo, supieron ocupar los espacios y sobre todo enredar el partido con ayuda de su gente.

Habían transcurrido 25 minutos del segundo acto y lo mejor es que no había pasado nada. Tanto fue así que los rojiblancos se crecieron y se permitieron acercarse al área rival. Incluso tocaban la pelota y sobre todo hacían un ejercicio de fe que desesperó a los del San Pablo. En esa vorágine, Antoñito, otra vez destacado como en pretemporada, se lanzó en una acción individual sobre la zaga sevillana y forzó un penalti. Pipo no perdonó desde los once metros y a partir de ahí, el último tramo del partido fue lo que gusta en el Mirador. Gente empujando, equipo matándose a correr y victoria. Hubo algún acercamiento rival pero ya era una cuestión  de orgullo. Victoria de peso, aunque sólo son tres puntos, por la manera en la que se produjo.

Ficha técnica:

Algeciras C.F: Romero; Juanjo, Berlanga, Pablo De Castro, José Carlos; Zafra, Aaron, Iván (Melo, 74’), Antoñito; Pipo (Josemi, 79’) y Antonio Sánchez (Alex Guti, 70’).

Écija Balompié: Fernando; Manu Martínez, Ocaña, Cote, Galiano (Marrufo, 59’); Arroyo, Marenya, Migue, Joselu; Isuardi (Sedeño, 79’),  y Luisito (Saam, 65’)  .

Goles: 1-0 Min.77. Pipo, de penalti.

Árbitro: Paradas Mazuela. (Málaga). Meticuloso. Expulsó con doble amarilla al local Aaron (27’ y 29’), Iván (50’), Berlanga (56’), Josemi (89’). Amonestó a Luisito (45’), Joselu (73’), Migue García (73’), Sedeño (89’),  en los visitantes.

Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de liga en el Grupo X de Tercera División disputado en el estadio Nuevo Mirador. Terreno de juego en buenas condiciones. Unos 1.200 espectadores en las gradas.