(1 - 1) Toca levantarse tras una demostración de impotencia
31/05/2015 | 20:44
ALGECIRAS. - El Algeciras se ha condenado a sufrir, al límite, para retornar a la Segunda División B. El duelo en el Mirador acabó en tablas y el ascenso de los castellanos, más que merecido, sume al algecirismo en una depresión de la que debe levantarse cuanto antes si quiere, no queda otra, ayudar a los suyos a volver a la categoría de bronce.
La eliminatoria fue para los de Javier Bermúdez con todos los honores tras una lección de impotencia algecirista al que sólo el Dios del fútbol dejó vivo en la segunda parte. Suele ocurrir que el que perdona, lo hizo la Arandina notablemente en ese tramo, lo paga, pero en este caso no hubo suerte ni tampoco ocasiones para anotar un gol. Ese que habría abierto las puertas del ascenso pero que, por mucho que duela, no mereció el conjunto de Mere.
El Mirador, pese a no llenarse como ante el Tropezón, a lo que contribuyó el lío del embargo y todo lo que se habló en la previa aunque no es excusa, jugó y a lo grande. Pero los que no respondieron, con escasa excepciones -Manzano por encima de todos-fueron los de la elástica rojiblanca. La sabia grada algecirista aplaudió al rival tras la batalla, para reconocer que merecieron el premio por el que toca pelear, sin colchón, hasta la Feria Real.
Comenzó el partido de forma eléctrica. A los cuatro minutos Adri metió un balón entre líneas que Gustavo, demostrando que es un killer, alojó en el fondo de la red de Josemi. Todo ello para dejar helado al Mirador. El cuadro de Aranda de Duero tenía lo que había venido a buscar y la montaña a subir, por parte de los rojiblancos, era enorme. Sin embargo, no hubo tiempo para lamentos. En el seis una gran jugada de Melchor dejó el balón en la frontal del área para que Manzano, el mejor de los de casa como ya ha quedado dicho, mandase la red. Tablas y otra vez el ascenso a un gol.
Intentó aprovechar la inercia el equipo de casa para rematar el faena. Joselu, maniatado durante toda la eliminatoria, cayó en el área en el 15 en lo que pudo ser la jugada polémica del partido. Melchor, más activo que Willy, amagaba pero sus centros casi nunca encontraban rematador. En el 24 de nuevo avisaron los de Aranda. Un córner botado por Álvarez fue rematado, al travesaño, por Adri. Dominaban los de Mere pero no cedían los castellanos. Un remate de Víctor, en el 37, fue lo más destacado antes del descanso.