(2-3) Un Algeciras en estado puro cae en la ida y mira a Tercera
18/05/2014 | 23:38
ALGECIRAS. - Sentenciar en fútbol es siempre muy muy arriesgado. Va esta crónica, de corazón, con las ganas de que sea un error para la historia. Como, desgraciadamente, lo es el descalabro que ha sufrido el equipo de Manolo Sanlúcar, con él a la cabeza, en una Segunda División B que se logró, brillantemente, y que se escapa de forma increíble. Como casi todo en el Algeciras, cuya afición vuelve a demostrar lo que es querer a unos colores pese a tantos y tantos palos, sucedió de la forma más ilógica. Pese al arreón final, en el que incluso hubo el drama de fallar un penalti que habría dejado una remota posibilidad en le vuelta, el Algeciras se ha condenado y salvo milagro, de los de época, estará en Tercera la próxima temporada. Sin embargo, ese tramo, no puede ocultar la manifiesta superioridad de los de naranja.
Sanlúcar, que tiene el enorme mérito del ascenso y sacar brillo a una plantilla limitada, no supo gestionar, así es de duro, la situación que tenía a los suyos en una posición comodísima. Creyó, él y casi todos la verdad, que la permanencia llegaría sola. No fue así y el trance con el Valencia Mestalla, como se prevía, resultó un calvario. Si durante el tramo final se ha dicho, por activa y por pasiva, que el equipo estaba justísimo de gasolina no es esa la mejor credencial para medirse a un rival que, si algo le sobra al margen de calidad, es físico. Lo dicho Mestalla, que gran escenario para una heroicidad, será el juez de una historia, como toda la de este bendito club, impresionante, aunque ahora para lo malo. Queda la esperanza y no mucha.
El choque comenzó con un Valencia avanzando que no venía a conservar el resultado. Chumbi, en el minuto dos ya obligó a Romero a trabajar. Sin embargo, cosas del destino, o eso parecía, en el cinco y tras una jugada por banda izquierda, Martins, si el fichaje, mandó a la red un centro de Merino. El guión soñado y además con el delantero recién llegado en plan estelar. El Algeciras, sin embargo, no supo ni pudo mantener la ventaja.
El empuje del centro del campo ché fue un suplicio para los hombres de Sanlúcar. La calidad de los jóvenes de Curro Torres se imponía y tardaron poco, muy poco, en poner las tablas en el marcador. En el 14 un córner, desde la derecha, botado por el interior Gaya, futbolista que ya ha jugado en Primera, fue pésimamente defendido por la zaga de casa y para colmo Parada, en su intentó de despeje mandó el balón al fondo de las mallas. El rival olió sangre y fue a por más. Robert en el 23 lo rozó, Hiroshi lo marcó en el 25 pero fue anulado por fuera de juego. Mientras en los de casa mucho empuje, balón largo a Martins y desontrol en el centro del campo. Sólo las imprecisiones de la zaga naranja hacían albergar esperanzas.
Y cuando parecía que el empate, como mal menor, sería definitivo en el primer acto, otra contra, cargada de velocidad y precisión, dejó a Chumi ante Romero y el delantero no perdonó. Mazazo para el equipo y para la grada que veía, en esos momentos, muy cerca la Tercera División.