Un mes y tres días después de maravillosa catarsis vivida en la previa del Domingo Especial por Sevillanas,el santuario algecirista vuelve a abrir sus puertas. Aún con los ecos de los cuatro goles al Socuéllamos que pusieron rumbo a la Segunda B, luego se remató en una calurosa mañana manchega, el Nuevo Mirador se apresta a vivir una cita de altura en plena canícula. El Málaga de Víctor Sánchez del Amo, que se quedó a las puertas del retorno a Primera División, se estrena este verano y lo hará en La Menacha.

En los de casa, con la ilusión por las nubes, ya se han presentado las camisetas, los nuevos fichajes y se han disputado dos partidos de preparación, aunque la cita de hoy es la de mayor nivel. Derrota ante la Lebrijana y victoria en Coín. "Los tres puntos ante el Villarubia, seguimos trabajando como antes pero sin la obligación del resultado hasta el 25 de agosto", ese es el mensaje de un Emilio Fajardo al que ya, así es el fútbol, nadie pone en cuestión. "Era un entrenador de juveniles, pasé a Tercera y ahora soy entrenador de Segunda B en el lugar que quiero estar y en el que me quieren".

El equipo está al completo, ya con Antonio Domínguez, uno de los fichajes más ilusionantes, para la prueba de hoy. Mané, secretario técnico, confirmó que faltan tres puestos por cubrir de manera prioritaria. Central, lateral izquierdo y delantero, todo ello sin menoscabo de aprovechar oportunidades de mercado. "A ilusión nadie nos va a ganar", sentencian desde cualquier rincón de la entidad Centenaria.

Una ilusión que se palpa en la campaña de socios, pese a la poca actividad promocional, a la dimisión del vicepresidente Eloy Soler o del lío con la ficha de Pablo Barroso. A estas cosas y a otras peores, obviamente, siempre se sobrepone la hinchada. Ya son 1.500 abonados y el reto 3.000 no es imposible. Se espera, además que hoy hay un buen tirón con el partido ante los malacitanos.

Una cita de altura, de ilusión y de estrenos. Ambos equipos sacarán al tapete, renovado por el Ayuntamiento, las nuevas indumentarias con las que los de casa esperan mantenerse en la categoría de bronce y los malacitanos, siempre bien recibidos aquí, anhelan volver al lugar que les corresponde,