Por fin nuestro paseo semanal en el Hyundai, decidan ustedes el modelo que todos son fiables, viene acompañado de una victoria. El Algeciras se quitó un peso de encima y hoy a las comodidades del vehículo se suma la satisfacción del triunfo, aunque obviamente, aún hay cosas que mejorar para seguir siendo aspirante al ascenso. Al lío.

       La pesada carga, mucha de ella psicológica y ahora algo aliviada, que atenazaba a varios jugadores rojiblancos ha desaparecido tras la sufrida victoria ante el Coria. Un encuentro marcado por la pésima actuación arbitral, que desesperó a Guti, y por las circunstancias que fueron ocurriendo a lo largo de los más de 90 minutos de juego. Dos lesiones,una expulsión, cambios obligados y esa angustia que, obviamente, se dejaba notar tras siete semanas sin vencer.

       A partir de ahora, trabajar, corregir y mejorar debe ser más factible, que no sencillo, puesto que la urgencia, que ya apretaba a todo el entorno del club, da paso a los fríos números. El casillero de derrotas sigue con sólo dos, curiosamente ambas en casa, y la distancia con el primer puesto, cuatro puntos, no parece insalvable. Claro que el Betis B, sin duda el gran favorito, parece haber reaccionado y su velocidad es de crucero, aunque una mala racha, comprobado está, le puede llegar a cualquiera.

        El Algeciras, desde la segunda parte de San Roque, parece haber recuperado el ímpetu y ha soltado miedos. De hecho, para servidor y en modesta opinión, hizo más méritos para ganar en el Manolo Mesa que ante el Coria, más allá de los atenuantes ya comentados del accidentado duelo ante los sevillanos.

        Guti, en su comparecencia tras el partido, habló de sensaciones, de números y de jugar bien o mal al fútbol. Lógicamente esto es Tercera y aquí nadie hace florituras, ni se piden. Sin embargo, el equipo ha desplegado, por momentos, un juego vistoso y se trata, parece, de recuperar sensaciones, fiabilidad y contudencia en el ámbito defensivo, no sólo la zaga sino el bloque.

        De momento, ante los de Mariano Suárez se dejó la portería a cero. El técnico sevillano también dejó un mensaje claro sobre la presión a la que están sometidos los que se ponen la zamarra que él lució y que dijo entender, aunque pidió remar todos juntos para llegar, de momento, a la promoción de ascenso y luego veremos.

         Las aguas, ahora parecen bajar más tranquilas en el río rojiblanco. Aunque las dudas pueden seguir existiendo. En cualquier caso, en Lebrija, hay una nueva cita para ir disipándolas y también para mantener la inmaculada racha de Guti y el equipo, lejos del Mirador. El míster, tanto en Segunda B como en Tercera, no conoce la derrota en la carretera. Y el equipo, este y los anteriores, no cae lejos de su templo, desde la primera jornada, en Las Cabezas de San Juan, de la histórica liga de los 100 puntos.

       Nuestro Hyundai, tras un agradable paseo, deja clara su calidad y prestaciones. Todas ellas se podrán ver el domingo en tierras sevillanas.

Posdata: Las redes sociales provocan debates y reacciones. Sin ánimo de nada, ya va uno para viejo y lo saben los que me conocen, aclaro que no tengo ninguna queja de las respuestas del míster al que conozco hace muchos años. Hacía mis primeros pinitos en la radio y él jugaba. Los dos, como buenos algeciristas, queremos lo mejor. Y desde el respeto, que siempre ha tenido y creo que yo también, la crítica en ambos sentidos, es siempre enriquecedora.