ALGECIRAS. - La barra se abre, otra semana más tenemos que agradecer el seguimiento aún a riesgo de ser reiterativos, para que la Estrella Galicia nos permita analizar el mal resultado del Algeciras ante el Cádiz B. Vaya por delante, antes de que alguno de los fieles opine -invitamos a hacerlo con respeto-, que aquí no creemos en eso de aprender de las derrotas, aunque ojo que tampoco llegó ante el filial amarillo. El Algeciras mereció ganar, de largo, por ocasiones, aunque fue justamente castigado por su indolencia o confianza. Mere negó lo primero, no lo segundo pero sobre todo admitió que los suyos no entraron al campo como debían, ni siquiera como lo venían haciendo. "Lo dijimos en el calentamiento, nada de confianzas", pero parece que el mensaje no llegó. En fútbol, da igual la categoría, no se gana con la camiseta. Cualquier equipo, por limitado que esté como era el caso del filial de Carranza, está ordenado y sabe moverse coordinadamente. A eso hay que añadir, no es excusa y hay que convivir con ello, la extra motivación de jugar en el Mirador para cualquier rival. En el vestuario, lo aseguramos, hay autocrítica y se entiende que el entregar más  de una hora de partido no puede volver a repetirse. "Con lo que nos viene ahora quizás nos sirva de aviso". Esa frase se escuchó en las entrañas de la caseta rojiblanca. Nada de agarrarse a las ocasiones, más que suficientes para ganar, pero que no ocultan los primeros 60 minutos, ni el mal juego, en general, de un equipo que había demostrado su calidad. La camiseta, la historia y el estadio, por mucho que ayuden que lo hacen, no gana los partidos si los que se la ponen no aprietan. "El primer responsable soy yo", apuntó Mere en un mensaje claro a los suyos. En cualquier caso, una vez más, el equipo apenas sufre ocasiones y eso también es significativo. La superioridad de los algeciristas es común en la mayoría de los duelos de esta Tercera, pero luego se trata de igualar la intensidad del rival. Nada de alarmas ya que los fríos números, al final lo que queda, indican que el grupo sigue cuarto, cierto es que sólo ha ganado dos puntos de los últimos seis, y que no pierde desde el primer partido. Decíamos que ahora lo que viene puede suponer un primer punto de inflexión. El domingo, a las 12, en San Roque. El equipo de Jhony está muy mal pero obviamente disputará el partido del año y eso siempre es un plus. Su rival, que no enemigo histórico, quiere acabar ya con la cantinela de no ganarle en categoría nacional. Hará bien en no fiarse. Posteriormente, aunque hay que pensar sólo en el día del Pilar, llegarán el Ceuta y el Sanluqueño. Dos rivales directísimos y del nivel del grupo que lidera Mere. Tras el Palmar quizás, sólo quizás, alguno de los que gusta de las milongas futboleras podrá decir que el empate ante el Cádiz, por la forma en la que se produjo, sirvió para algo. En principio, salvo demostración contraria, para perder dos puntos y lanzar una aviso. Mientras todo esto llega saboreemos la Estrella Galicia