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La jornada decimosexta en el Grupo IV de Segunda División B nos permite acercarnos hoy a la barra para compartir con usted querido lector nuestro análisis. Lo hacemos con una Estrella Galicia en su punto y para incidir en lo que ha pasado, siempre desde nuestro particular punto de vista, y lo que se avecina. Huelga decir que el bando algecirista vive ya una de las semanas más ilusionantes de los últimos tiempos. Y es que no todos los días, duela al que duela, se juega contra la Real Sociedad de San Sebastián. El viernes, la ciudad de la Bella Bahía será un gran escaparate merced al equipo que la honra, como dice el himno. Y es que el club, sus jugadores y todos los que le siguen serán protagonistas de una cita que, pase a lo que pase, ya ha la ha ganado. Es el premio, el deseo, el sueño y lo que merece la directiva que tanto ha trabajado, la afición que ha vivido un calvario en la última década, y una plantilla de cochinos pata negra que el pasado año se lo ganaron a pulso. El Mirador, que se va a llenar estamos convencidos de ello y allí disfrutaremos de nuestra Estrella Galicia, vivirá otra noche para su historia. Claro que lo verdaderamente importante, así es el fútbol, se juega el martes. El Sevilla Atlético llegará al vestuario en el que se cambiarán, apenas cuatro días antes, los Txuri Urdinpara medirse a los de casa. Un equipo que comparecerá en el mismo escenario que el viernes aunque después de una carga emocional brutal y de un empate, ante el Granada B, muy meritorio. "El equipo jugó como queríamos y aunque nos costó tras el segundo gol de ellos creo que el punto fue merecido". De nuevo Sanlúcar, sin esconder nada, analizó un partido en el que los de negro, esa preciosa elástica talismán, recuperaron muchos de sus valores. Grandes diferencias en relación al  empate, pese a ser el mismo resultado (2-2), conseguido ante el Sanluqueño. La realidad es que los 22 puntos son un tesoro y como suele decir el míster "son los que hay y es lo que tenemos". Luego están las valoraciones de si aquel empate del Melilla, aquel duelo ante La Hoya, o la suerte ante el Albacete o Cacereño, todo esto sin obviar, por supuesto, el esfuerzo de los jugadores. Fútbol ficción lo llaman los que ven pajaritos en el juego. Lo cierto es que el tramo de temporada que se ha cubierto permite mirar con tranquilidad, aunque relativa, la parte baja. Ganar el Sevilla Atlético puede servir para recuperar el margen que se ha escapado, aunque sigue siendo notable, en las tres últimas semanas. Al fin y a la postre sólo se han sumado dos de los nueve últimos puntos. Por ello, permitan que desde la barra y con nuestra Estrella,  invitemos a los que el viernes acudan a la fiesta, a los que apoyamos y le mostramos el camino para amar este sentimiento, que repitan el martes, ese día se les necesitará más si cabe.

Nadie regala nada

La jornada también nos deja, a los pies del Peñón, un palo difícil de asimilar para los balonos. En una jornada en la que los resultados le fueron favorables y podrían estar en la zona noble, de la que siguen a tres puntos, instalados. Sirva la derrota de los albinegros, que más allá de rivalidades y alegrías lógicas al otro lado no ayuda a los del Mirador . Sirva esa derrota, que no debe ser más que un accidente, para poner en valor la dureza del grupo y lo meritorio que es sumar cada punto. Pocos podían pensar, por no decir casi nadie de los que siguen la categoría de bronce, que el humilde equipo malacitano pudiese rascar algo en el Municipal. Más aún tras la buena senda que parecía haber encontrado el elenco de Escobar. Huelga decir, aunque no está de más recordarlo, que aquí nadie regala nada y eso que llegan los Reyes Magos en breve. De hecho en el Mirador se adelantan al viernes. Estrella Galicia será protagonista en la que ya es su barra, millones de gracias, para acompañar a la parroquia rojiblanca, enorme lo que hizo en Granada pese al frío, en un día de ilusión y quién sabe si de sueños que siguen teniendo generaciones y generaciones de algeciristas, verdad Manuel Pavón (de premio su cartel).