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ALGECIRAS. - Abrimos nueva sección con el mismo espíritu que la anterior y sólo esperamos que tenga el mismo o más seguimiento. Y es que analizar la jornada con una buena Estrella Galicia siempre es más agradable, así que nos ponemos a ello. Son  diez jornadas, diez capítulos los que se han escrito ya de un año apasionante e ilusionante para Algeciras y Balona en el Grupo IV de Segunda División B. Los dos cumplen, por ahora, y están ofreciendo alegrías a sus seguidores. Los recién ascendidos acaban de completar el primer cuarto del campeonato y ni siquiera han pisado el puesto de promoción de descenso. Todo ello sin olvidar que están esperando al bombo de la Copa del Rey para llevarse otro alegrón deportivo y sobre todo económico. En La Línea, el equipo de Escobar mantiene la tónica desde que ascendió y sigue siendo un aspirante a todo, sin la obligación de los demás, pese al mini tropiezo ante La Roda. Esperemos que la afición blanquinegra acuda a dar un mayor respaldo a un equipo que lleva varios años haciendo méritos para ello. La jornada que ha terminado y que se solapa con la próxima que llega el miércoles deparó el mismo resultado para los dos aunque con distintas lecturas. La igualada de los blanquinegros, cuando ya tenían los tres puntos en el bote, puede dejar peor sensación aunque no hay tiempo para lamentos. La Roda, lo advirtió Escobar, no tiene el nombre de otros pero es un equipo correoso, incómodo y que sabe aprovechar su momento. Vamos que anticipó lo que posteriormente se cumplió. Y es que el cordobés, ya no es noticia, tiene más que demostrada su valía. En cualquier caso, el Cacereño ya está a la vuelta de la esquina. El que  sumó un punto con mejores sensaciones y que debe hacer bueno el miércoles, fue el equipo rojiblanco. Lo hizo en el siempre complejo campo del Arroyo. Un equipo correoso, modesto y que convierte cada duelo en una fiesta para su pequeño pueblo, de momento ya han logrado una permanencia y van por otra. Es cierto que la ocasión más clara la tuvo Alfaro, pero no lo es menos que en la pequeña localidad cacereña no es fácil ganar. De momento, no lo ha hecho nadie. Un apunte, nada que ver el campo con el del Palo y aunque las instalaciones son modestas, son muy dignas para Segunda B. Mejorables, por supuesto, pero ni mucho menos es lo que parece por televisión.

Motivador

Del equipo, sin Javi Chico por vez primera en la temporada, hay que resaltar algunos aspectos y casi todos positivos. "Me han callado la boca", dijo Sanlúcar en rueda de prensa ante su temor a la relajación de los suyos por la Copa y los elogios tras el triunfo ante el Albacete.  Cuestión de ser un motivador y a fe que los suyos le siguen hasta el final. El Algeciras es un equipo "muy, muy difícil", lo dijo Marrero, técnico del Arroyo y  lo repiten cada semana los rivales. Ese es su mérito,  aunque tiene más,  y por ello está ganándose el respeto de los rivales, el apoyo de los suyos y la relativa tranquilidad. Claro que pierde un partido y aparecen los miedos. Sanlúcar lo sabe y casi más importante, sus hombres también. La cosa marcha según lo previsto, el cuadro algecirista sabe que cada balón es la vida, cada punto también y sobre todo mantener el fortín en casa. Su fiel parroquia, que sabe lo que ha sufrido y del lugar que viene, también es consciente de su papel.  Así que poco más se puede pedir. Bueno, quizás tener en cuenta el tramo de competición que viene, con la acumulación de partidos, y que puede despejar mucho el panorama. Hay que ir paso a paso, primero el Melilla, pero en el horizonte aparecen duelos directos con los filiales del Almería y Córdoba B. En la caseta de los cochinos ni hablar de esto, sólo Melilla. Como decíamos al principio, en la barra todo se ve mejor y de forma más fácil, pero es evidente que el primer cuarto de la temporada ya ha pasado y, con el riesgo de equivocarnos, se puede decir que la Balona estará en la pelea por la promoción. Esto es que puede ser tercero o sexto, en cualquier caso ilusión para los de La Línea. En las mismas condiciones está el eterno rival. El Algeciras, gracias a la fe, a la calidad que también la tiene, al empuje de los suyos y un entrenador que sabe lo que se trae entre manos, puede vivir un año tranquilo, acabando el 10, o puede pelear hasta el último momento por evitar el descenso.  En cualquier caso, se han ganado el respeto. El miércoles arranca el segundo cuarto de la temporada y nosotros se lo contaremos en horasur.com y tras el partido disfrutaremos de la Estrella Galicia en la barra.  Esperemos que nos sigan también como anteriormente. El miércoles al Mirador, a las nueve de la noche, no se olviden.