ALGECIRAS. - Llegamos hoy a nuestra barra con la Estrella Galicia rebosando emoción y sabor de primera calidad. No olvidamos el agradecimiento a nuestros lectores, tanto por el seguimiento habtual como por los ánimos para nuestro Alberto Espinosa, al que cada vez le falta menos para que vuelva a manejar la que es su sección. Decíamos que la Estrella Galicia de hoy está al límite de emociones y es que la jornada en el Grupo IV deparó tensión hasta el último instante para los dos representantes de la comarca. En esta ocasión, a diferencia de la pasada jornada, no hubo ayuda mutua. La alegría fue para los algeciristas, una vez más en el 93, la pena y la indignación para los balonos que además están sufriendo, más allá de las desafortunadas declaraciones de su presidente, más de la cuenta en su casa. Los árbitros pueden fallar, intencionadamente o no, pero la realidad es que los de Escobar no acaban de estar cómodos ante los suyos. La derrota ante el Córdoba B les vuelve a dejar a tres puntos del Cádiz y todo cuando habían conseguido llegar a la orilla. Además, Gallardo y sus directivos, esos que tanto se preocupan por otras cosas,  saben por su experiencia, que las quejas expresadas en Canal Sur sólo pueden ir en perjuicio de su equipo. En cuanto al Algeciras no está de más recordar ahora las críticas de algunos en torno al supuesto oficio, aquí quedó reflejado, que le faltó al equipo en San Fernando para aguantar el 1-2. Por esa regla de tres, ante el Cádiz, Guadalajara, por citar los más recientes, o en su día Sanluqueño o Granada B, le sobró para igualar o ganar sobre la bocina. Respetando, como siempre hacemos aquí la opinión de la sabia grada rojiblanca, parece que se trata sólo de fútbol y de la fe, inquebrantable, de un equipo que estará más o menos afortunado, que tendrá más o menos calidad, pero que pelea hasta el último suspiro de cada partido. No es casualidad, ni suerte, que se repita en tantas ocasiones. Dijo Manolo Sánlucar, allá por el mes de agosto de 2012, que su equipo, entonces en Tercera, se dejaría el alma en cada partido. Eso era innegociable. Hasta aquí, con errores que también ha cometido como todos en este mundo, eso se ha cumplido al máximo e incluso más allá. Los fríos números dejan claras algunas cosas. Por ejemplo, que los hombres que visten la elástica algecirista sólo han caído en cinco ocasiones. ¿Saben qué equipos han perdido menos? La Hoya Lorca (2) y Albacete Balompié (4), es decir los dos equipos que comandan la tabla. El rey del empate (11) anida el Mirador, pero no olviden que estamos ante un conjunto recién ascendido. Con 32 puntos y pendientes de la visita a Écija, no estaría de más poner en valor que el objetivo, más allá de las legítimas aspiraciones de cada uno, es mantener la categoría. Parece que está muy cerca pero hay que certificarla. Por ello alertamos dada esa condición a veces cainita del algecirismo, que no se puede convertir en una cierta decepción acabar el décimo y con unos últimos partidos de total tranquilidad. Para los que duden que no se preocupen, si los cochinos están salvados en unas jornadas, irán a por más. Esa caseta puede tener muchos límites, pero no el de la ambición que se puede enlazar con la realidad. Lo que está garantizado es que apurarán, como todos los que aquí nos reunimos hacemos con nuestra Estrella Galicia, hasta el último suspiro de la temporada del retorno.