Cuatro meses después de aquel inolvidable 30 de junio, el Algeciras vuelve a Castilla La Mancha. A 28 kilómetros de Socuéllamos, lugar de culto para el algecirismo, se encuentra Villarrobledo. Un municipio que roza los 30.000 habitantes, cuyo equipo es  debutante en la categoría y que tiene en su campo, conocido popularmente como Barranco del Lobo, una guarida de la que sólo ha sacado tajada la Balona y fue en el primer partido de la historia de los locales en Segunda B. Esa es la única derrota como local del Villa, fuera eso sí, no ha sumado nada.

En ese escenario, comparece el equipo albirrojo, que viaja el sábado por la mañana, lo hace en una situación compleja y con marejada interna. Cinco partidos sin ganar, tras una dura derrota ante el Talavera que enfadó a su afición, con los mismos puntos que su rival, el descenso acechando y con la dimisión del secretario técnico, Mané, como colofón a unas semanas en las que parece que se puede abrir el mundo a los pies del Algeciras.

Es ahora cuando la calma debe reinar, no se puede obviar, seria de inconscientes, que el cuadro del Mirador es un recién ascendido y que, por lo tanto, habrá que sufrir mucho para conservar la categoría que tanto costó obtener. Pero ya se sabe que en esta bendita entidad, cuya afición es su mayor patrimonio, se tiende a la exageración tanto en las buenas como cuando hay algún error. Queda mucha liga, aunque bien es cierto que la sangría de goles  en contra y de falta de puntos hay que cortarla cuanto antes. Las victorias, ya se sabe, son el mejor bálsamo.

Mientras los jugadores y el cuadro técnico peregrinan para entrenar y la directiva prepara una asamblea que veremos que cariz toma, la liga va pasando. Nada está perdido, ni lo del domingo, como bien ha dicho el entrenador local, Jesús Castellanos, "es una final", pero la ilusión que vivió su momento álgido en La Mancha puede comenzar a evaporarse.

Misma idea

Fajardo, que se ganó el crédito pese a que en las últimas jornadas tampoco ha estado muy clarividente en línea con el equipo, ya ha dejado claro que no va a renunciar al estilo, aunque admite que hay que poner más trabajo en el balón parado en contra. Iván, como en aquel día de junio, no estará por sanción. Además, Antonio López, tras su incidente con la afición y esperando que encuentre la portería cuanto antes, se ha quedado fuera de la convocatoria. Junto a él Alavedra, ya habitual y Álvaro Benítez. 

Con el alicantino, ya se sabe, no se pueden descartar sorpresas de última hora. Jugadores como Barba o Almenara podrían tener su oportunidad y en punta de lanza parece que Karim apunta al once.

En los de casa, con la afición y su campo como estandartes, Castellanos, ex futbolista del eterno rival, tiene problemas en defensa. La baja por una grave lesión de Nacho Huertas ha permitido que Dani Cabezuelo vuelva a tener ficha e incluso podría ocupar plaza en el eje de la zaga. Ahí no estará Perona, uno de los baluartes, por sanción. Tampoco serán de la partida Pekes y José Rodríguez, lesionados.

Choque de necesitados, sin dramatismos, en el que los visitantes quieren evitar que el lobo los engulla como ya le ocurrió al Recreativo o Sevilla Atlético.

Alinaciones probables:

CP Villarrobledo: Salcedo o Javi López, José Carlos, Molina, Dani Cabezuelo, Pablo García, Chato, Montero, Iñaqui, Rubén Sánchez, Teo Tirado y Agus Alonso.

Algeciras C.F: Lopito; Choco, Borja Vicent, Pablo de Castro, Braganza; Almenara o Barba, Pablo Ganet o Mario Martos, Caturla o Cerpa, Antoñito, Antonio Domínguez y Karim.

Árbitro: Holgueras Castellanos (Segovia)

Estadio y hora: Municipal Virgen de la Caridad. 12:00 . En director por Onda Algeciras TV.