El clásico como tabla de salvación y de sueños
05/04/2014 | 11:53
ALGECIRAS. - Han pasado nada menos que 12 años desde que Algeciras y Balona se vieron las caras en Segunda División B con el Nuevo Mirador como escenario de la rivalidad más legendaria del Campo de Gibraltar. Fue en la temporada 2001-2002, y entonces el anfitrión, como ahora, llegaba al duelo tras siete jornadas sin vencer. Un gol, de penalti, anotado por el argentino Julio Capretta, dejó el triunfo en la ciudad de la Bella Bahía en el estreno en el banquillo de José Ángel Moreno, que ocupó el cargo del destituido Andrés Tébar.
Mucho ha llovido desde entonces e incluso se han encontrado en Tercera, pero ahora, en la categoría que ambos merecen, el duelo eterno vuelve a la palestra y lo hace como tabla de salvación para los dos, si bien el más exigido es el cuadro de Manolo Sanlúcar.
La semana ha sido rara. El algecirismo se debate entre las ganas de vencer al rival por antonomasia para repetir fiestas como las del Cádiz, Albacete o Real Sociedad, y el temor a que una nueva derrota -sería la sexta en ocho semanas-, no sólo duela especialmente por ser ante la Balona sino que encienda, definitivamente, todas las alarmas del descenso.
Por contra, desde la otra acera se intenta digerir el tropiezo en casa ante el equipo de Carranza. Aunque matemáticamente es posible y todo cambia de una jornada a otra, la derrota ante el cuadro amarillo ha mermado las opciones de los albinegros de jugar, por segunda vez en los últimos años, la fase de ascenso a la Liga Adelante.
De paso, esto es así y será por los siglos de los siglos, el complicar la salvación al vecino siempre es un plus.
Atendiendo al presupuesto y a la clasificación el favorito, es obvio, viste de blanquinegro. El factor campo y la capacidad, más allá de la mala racha actual, de los cochinos para escalar cualquier montaña, provocan que el partido se presente, como suele ocurrir en estos duelos, con muchas incógnitas.
Escobar, en cualquier caso, ha dejado claro que su equipo es el que más se juega ya podemos ser cuartos, aún hay posibilidades y los de arriba van a fallar, espeta el cordobés. Lógicamente, ya lo ha vivido en Tercera y en la ida, sabe que el duelo no es uno más, sabemos la relevancia que tiene para los balonos.