Una muestra más de fidelidad, por si hacía falta

Una muestra más de fidelidad, por si hacía falta
ALGECIRAS. - Ya lo dejó escrito, para la posteridad, el gran Chico Valdivia. 'Es un equipo Especial'. Lo dice su himno, el gentilicio popular de los algecireños y la forma de vivir una pasión, en rojiblanco, que es difícil de explicar a los que no la sienten, pena por ellos. Insisto, como tantas otras veces, ni mejor ni peor, que cada uno defiende lo suyo, pero sí especial y que tiene algo incomprensible y fuera de toda lógica. Busquen un club, una entidad, un equipo, que viva en 15 años, lo escribí esta semana, en Segunda A, Primera Andaluza, Tercera y tras volver a la categoría que merece, como poco, no sólo la pierda, es fútbol, sino que lo haga de una manera tan dura, dramática e increíble como lo hizo. No hay otro igual, hasta para descender decidió hacerlo en un estadio imponente como Mestalla y también en ese mismo periplo pasó por Anoeta. Hagan memoria, miren en el panorama nacional, cercano o lejano, y pidan a una afición que, tras todo esto, siga soñando, pensado o ilusionándose con volver, otra vez, a lograr un ascenso. Pocas, muy pocas por no decir ninguna, volverían al estadio, a sacarse el abono o siquiera a comentar algo del equipo, ni en las tertulias de los bares. Sería lícito, humano y hasta comprensible. Pues con ese preámbulo, los algeciristas no sólo no han abandonado a los suyos durante el año, con momentos más o menos álgidos, sino que ahora que se acerca lo bueno,  ya se ha puesto a jugar. Lo hemos dejado aquí plasmado y el actual técnico, que lo vivió de jugador, también lo ha comentado en alguna ocasión reciente. "Ahora tenemos que poner lo que nadie tiene, el Mirador, la gente y la historia". Dicho y hecho. El pasado domingo, con la visita del siempre amigo Sanluqueño, se vivió el primer ensayo que no estuvo mal, la verdad. Pero había una fecha marcada y era la visita a Gerena. Ya son cinco autocares, incluyendo a esa increíble Curva 1912, y numerosos grupos de amigos, entre ellos mi Peña Cemento, que están organizándose para ir en coches particulares a la localidad sevillana. Me consta, y no les falta razón en parte, que son muchos los que aluden a la masa social rojiblanca para reprocharle su falta de asistencia al estadio o no sacarse el abono. Sin embargo, les diría que esos siempre están pendientes del club, que arriman el hombro y también critican, cuando quieren o saben que se les necesita. Ahora, otra vez y van muchas, de nuevo salen a relucir camisetas guardadas en el baúl, banderas y otra serie de elementos identificativos con algo que es nuestro, que nos inculcaron -gracias Papa y Eusebio como siempre y aún a riesgo de ser plasta pero sé que empujará uno desde casa y el otro desde el cielo- desde muy pequeños. A los que nacieron aquí, a lo que vinimos con siete años o a los que hemos ido sumando con el tiempo, para disfrute de ellos que saben, verdad Pablo y Marina, que esto ya no tiene retorno. Por eso, aunque pasen tempestades, tormentas, golfos por el palco, políticos ineptos que también los hubo en cien años de historia que intentaron hundirte, y por mucho que a veces te queramos dejar de lado ante tanto sufrimiento, cuando entras en él ya es imposible que el veneno se evapore. En definitiva que por todo lo expuesto, habría más argumentos que lo indecisos o los que no lo entienden deberían escuchar o leer de voces y plumas más importantes y sabias que la de servidor, o simplemente por lo duro que fue hace apenas unos meses, en Gerena habría cientos de almas rojiblancas que, de nuevo, darán una lección de fidelidad, por si hacía falta. Son ellos, los que harán comprender a las nuevas generaciones, a los jugadores que han venido este año, a los que son de la casa que lo saben de sobra y los transmiten, y a todo el mundo del fútbol que hay equipos mejores, aficiones mejores o peores, pero ninguno tan especial como tú.  Por esto, hoy, Algeciras, mi Algeciras C.F; me apetecía escribirte esto, aún a riesgo de caer en la exageración, la complacencia o el autobombo. (Ánimo, Iván)

Una muestra más de fidelidad, por si hacía falta