La Resaca: Lecciones, calma y Gallardo

La Resaca: Lecciones, calma y Gallardo
La Resaca vuelve a su rincón, gracias a todos por los mensajes de ánimos, para analizar una victoria, una más, del Algeciras en esta dura Segunda División B. Para otros queda el análisis de los motivos por los que la igualdad es la nota predominante. Unos apuntan a la falta de calidad de la mayoría, otros, parece más probable, al trabajo de los equipos y al buen nivel de muchos en un grupo que está siendo una auténtica montaña rusa. Al lío. Vaya por delante que los nuestros están dando la cara, más allá de los buenos o malos momentos que ya han deparado. Insistimos y conviene no olvidarlo que no sobra nada y que se compite contras auténticos cruceros de lujo, especialmente en el apartado económico. Sin ánimo de dar lecciones, nada más lejos de la realidad, a la sabia grada algecirista, conviene no olvidar que ahora, quizás cuesta aceptarlo aunque la mayoría lo sabe, no somos la cabeza de león. Tampoco la cola del ratón, pero estamos más cerca de esto último. Por todo lo explicado, a la espera de mejores opiniones que las hay con total seguridad, la victoria en el majestuoso Nuevo Colombino debe saborearse y valorarse. Mere, al que muchos siguen sin coger el paso, es evidente que trabaja los partidos, estudia a los rivales y tácticamente se está mostrando hábil en una categoría en la que se ganan muchos puntos con orden. Ah, para los que puedan pensar en el ventajismo, decir que esas características las tiene en Murcia, perdiendo 3-0, empatando con el Almería B o ganando en la casa del Decano. La primera parte de los de verde fue, sencillamente, espectacular desde el punto de vista del trabajo y el saber, cada uno, lo que debía hacer. Curiosamente, como también admitió el de el Puerto, en la segunda mitad "ninguno de los dos interpretamos bien el partido". El Recre, en inferioridad, por las prisas y los nuestros, más allá de los fallos de Gallardo, por no saber parar el duelo. El final feliz, es lógico, hace que esto quede en anécdota. El algecirismo, que acudió al Colombino y mostró su elegancia con la pancarta de apoyo al Decano, también pudo apreciar como un equipo y una afición, la onubense, se han adaptado, no les queda otra, a las circunstancias. Podrían estar pitando desde el calentamiento, apelar a la historia, tienen más que nadie, al estadio y a lo que se mueve en torno a ellos. Sin embargo, y ojo sin olvidar la exigencia, aceptan que están en Segunda B, que los Pernía, Juan Merino, Sinama Pongole o Javi Guerra ya no visten la elástica albiazul. Las críticas, que las hubo, fueron mínimas en la grada. Ahora saben que no queda otra que pelear por volver, cuanto antes, a Segunda A. Pero la historia no mete goles, de lo contrario serían campeones de Europa. La realidad es dura pero es lo que hay. Con las lógicas diferencias, se puede aplicar los que piensan, cada vez menos, que el Algeciras, ahora, juega contra niños e incluso a veces juega sólo. Esto es Segunda B, nos permite saborear el imponente escenario del domingo, el Romano o cualquier otro, pero cuesta y mucho. Todos juntos, somos más fuertes, y aún así costará. Capítulo aparte merece lo de Adrián Gallardo. Sus compañeros, hacen bien, intentaban consolarlo tras una gran victoria. Y es que el delantero tuvo ocasiones, más que de sobra, para no sólo quitarse la ansiedad sino para dejar un marcador para la historia. Es evidente que Mere confía en él, quizás Joselu, sin ánimo de meternos a entrenador, merezca una oportunidad. Gallardo, el fichaje de campanillas, no está cumpliendo con el gol. Para eso vino, y además, tras lo de Huelva, la situación puede dar un giro importante. Claro que si el domingo está en el terreno de juego y las enchufa todo cambia. "Tenemos que ayudarle entre todos", sentenció el preparado. A él y al resto, apostillamos, pero sin ocultar que, por lo que sea, el nueve no está bien. En cualquier caso, hay tarea por delante, apasionante, dura, con lecciones y con la calma como punto clave. Vendrán más victorias, seguros, increíbles, pero también derrotas que no entren en el lote, para muchos. Es lo que toca en esta tan deseada Segunda B. Cerramos esta resaca, sin ánimo de apagar la alegría, pero sí con la intención de poner en valor a un conjunto, el nuestro, con carencias y compitiendo contra otros que le superan en muchas cosas, ahí reside su mérito, ser inconformista y lograr la toma del Romano o el Colombino. Siguiente parada, con morbo, el Mirador y en él comparece el Cartagena. ¿Se acuerdan del gol de Menudo?

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