La Resaca: El orgullo y las dudas

La Resaca: El orgullo y las dudas
Fin de semana duro, al menos en lo numérico, para los dos representantes del Campo de Gibraltar en el Grupo IV de la Segunda División B. Algeciras y Balona cayeron por el mismo resultado pero con grandes diferencias. Los del Municipal, quizás es lo que tiene el crédito ganado a pulso en las dos últimas y brillantes campañas, cedieron ante el filial almeriense. Los de Escobar, al que algunos parecen estar cansados ya de verle en el banquillo pese a los incuestionables éxitos, habían arrancado de forma inmejorable y eso hace que se considere una sorpresa lo acontecido en el sintético linense. Pese a todo, la derrota, no debe suponer más que un traspiés en una larga liga y en la que los blanquinegros parten como uno de los que, sin tener obligación, podrían pelear por las plazas de privilegio. En cualquier caso, toca ahora reaccionar cuanto antes. Eso sí tendrán dos salidas consecutivas, Córdoba B y Guadalajara, por lo que el resbalón, llega en un momento especialmente inoportuno. Y es que en estas jornadas es cuando se hacen los grupos de los que pelearán por cada uno de los objetivos marcados. Y mientras unos se  marchan de viaje, otros, el Algeciras, se queda en casa durante esas mismas jornadas. Guadalajara -se medirá a los dos- y Écija serán los que rindan visita al Mirador tras lo vivido el pasado sábado en Carranza. Por fin llegó la visita al estadio del ¿gran favorito? Los algeciristas esperaban el duelo como la confirmación de estar en Segunda B. Por el escenario, por lo que supone el rival para todos los que profesan la religión rojiblanca y en definitiva por no viajar con esa obligación de principios de siglo, cuando se competía con ellos de igual a igual. Claro que, por desgracia, la sensación a la vuelta fue la misma. “Casi mejor perder 3-0”, apuntaban algunos por aquello de reconocer la superioridad económica de la entidad, ahora italianizada. El Algeciras ofreció, a los suyos, una lección de coraje, honradez, por momentos jugó buen fútbol y sobre todo nunca, a lo largo de los 90 minutos, fue  inferior a un rival que sólo mostró pegada. Precisamente, de lo que adolece, por ahora, el cuadro de Sanlúcar. El caso es que, aunque no vale para nada ya que no suma puntos y es así de real, el Carranza, modernizado y vacío, acabó pidiendo la hora y resoplando ya que el empate no fue, ni muchos menos, una quimera. El equipo afronta ahora, dicho queda, dos duelos en casa ante un equipo dañado por el fútbol español y su desastrosa organización, el Guadalajara, y un clásico como el Écija. Lo más importante es que se están incorporando jugadores y que habrá una semana de trabajo sin partidos. Por cierto, otra más de los amarillos a sumar a lo de los compañeros de Onda Algeciras TV. Jugar el sábado fue un empeño basado en la afluencia de espectadores por una exhibición aérea en la jornada del domingo. Desde luego, si el domingo la presencia habría sido menor, casi estamos en familia, eso sí con 400 valientes  que habrían ido ese día también. En cualquier caso, la guerra de los rojiblancos no está con equipos como el del millón de euros. Es por tanto momento de mantener la línea de estas semanas y evitar, siempre siendo conscientes de la dificultad, que se escapen muchos puntos de La Menacha. También llega el turno de la afición. La fidelidad demostrada el sábado toca refrendarla con una buena asistencia en estas dos fechas que se avecinan. Y es que lo ocurrido en ‘Casa Gaucci o Muñoz o quién sea’ dejó cero puntos en el casillero pero confirmó, vaya esto para los indecisos, que el equipo va a dar la cara siempre. ¡Ah! las dos jugadas en el área amarilla con posibles manos, al menos una de ellas, para mirar. También el tema de las tres tarjetas en 20 minutos a gran parte de la defensa, claro que eso ya no vale para nada.

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