Arrancamos nuestro Hyundai para, hoy con más motivos si cabe, disfrutar de sus prestaciones,comodidades y todo lo que conlleva, con el objetivo de analizar el primer revés de la temporada. Llegó en casa y ante un filial. ¿Casualidad? Al lío.

           El Mirador, no lo olviden, sigue siendo un aliado para la temporada pero si hay equipos a los que nos le va a impresionar, y sobre todo no se les hará eterno, serán los filiales. El primero que ha pasado por allí, exceptuando la Copa Federación,ha ganado. Sería muy simple dejar sólo en que el Sevilla C ganó por ser filial, joven y con calidad, pero también se advirtió en la previa, que todos esos factores favorables a los nuestros, quedaban en algo menos ante los cachorros sevillistas. De hecho, se podría asegurar que les viene de perlas un escenario así.

           Guti, en rueda  de prensa, fue claro. "Si no estamos al cien por cien, somos un equipo del montón". El mensaje es claro y sirve para los que se pensaban, tras la victoria en Lepe, que esto sería un paseo. No creo en eso de las derrotas para aprender, perder es malo siempre, pero no cabe duda, escrito está también, que el equipo rojiblanco, el de esta temporada, está entre los seis mejores del grupo. Sí, dirá alguno y con parte razón, con el nivel que hay como para no estarlo. Cierto, pero el mensaje no es sólo ese. Tiene que ver con la dificultad que va a vivir la entidad para, a diferencia de otras temporadas en Tercera, destacarse claramente. 

            El Algeciras debería estar entre los cuatro primeros todo el año pero ni mucho menos va a ser un equipo que arrase. Es la realidad y quizás el palo ante el equipo de Nervión sirva para eso. Ojo que han sido necesarias seis semanas para ver doblar la rodilla a los nuestros. Lo peor, además, es que fue en casa y eso manda un mensaje a los visitantes. El santuario rojiblanco es difícil pero no inexpugnable.

            Suelen decir los futbolistas que tras un palo lo mejor es jugar cuanto antes. Pues en estos días tendrán tres para cerrar la herida. El primero, el sábado (18:30 horas), en Gerena. Uno de esos seis equipos a los que hacíamos alusión anteriormente, y en un lugar que fue emblemático para el algecirismos hace dos temporadas. Allí, en una liga para recordar, se recuperaron muchas ilusiones. Ahora la situación no tiene nada que ver con la de entonces, pero se pueden recuperar puntos y, de paso, avisar que lo del domingo fue un mal día.

          Nosotros aparcamos nuestro Hyundai, que por supuesto estará en el cruce de las minas, y a bordo de él, aunque cuesta aceptarla, se hace más llevadera la derrota. Su elegancia y comodidad ayudan a llevar este primer lunes de derrota. Queda mucho.