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Momento en el que se arrojan los bloques

Se cumple un año desde que Gibraltar arrojara "los bloques de la maldad"

Se cumple un año desde que Gibraltar arrojara "los bloques de la maldad"
ALGECIRAS. - El diputado del Partido Popular y alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha recordado que este jueves se cumple un año desde que el Gobierno de Fabian Picardo arrojase al mar alrededor de 70 bloques de hormigón en las aguas españolas que rodean la colonia británica, creando un importante perjuicio al tratarse de un caladero en el que faenaban la flota pesquera. Un año en el que Picardo ha tenido tiempo más que suficiente para haber reconocido "el grave error que supuso este gesto de mala vecindad y haber retirado los bloques de esa zona, algo que no se ha producido y que sólo puede ser interpretado como una provocación hacia los intereses de España".  Pero lo que es peor, asegura Landaluce, es el hecho de que se supone que el ministro principal de Gibraltar conoce la realidad que le rodea y que, por lo tanto, sabía entonces, y sabe ahora, que ese gesto iba a perjudicar a los más débiles, a los pescadores, al margen del daño medioambiental que hace al entorno marino, a tan solo 25 metros del espigón de abrigo de poniente, en la costa linense. El Partido Socialista, incide el responsable popular, todavía no ha condenado estos hechos. Unos bloques, recuerda Landaluce, que se arrojaron al agua bajo una premisa medioambiental que desde este lado de la verja es, cuando menos, dudosa, habida cuenta de las prospecciones geotécnicas que Gibraltar está llevando a cabo en esa zona, probablemente con la vista puesta en la construcción de una futura estación térmica de ciclo combinado a escasos metros del lugar donde arrojaron los bloques. El diputado popular también ha mostrado su preocupación por lo que considera un nuevo gesto de desconsideración por parte de Gibraltar, como son las maniobras llevadas a cabo en esa misma zona marítima por parte de buceadores de las fuerzas especiales hace un par de días, un gesto que deja en evidencia que Picardo y su gobierno hacen oídos sordos a quienes hablan de diálogo. Además de la evidente invasión de esos bloques en aguas bajo soberanía española, las autoridades gibraltareñas todavía no han dado a conocer cuál es la ubicación exacta de los 69 que todavía permanecen en el lecho marino, de tal manera que, al día de hoy no constan en ninguna carta náutica, lo que podría suponer un cierto riesgo para las embarcaciones que no conozcan esa zona, además de impedir faenar a los pescadores. Por último, José Ignacio Landaluce se ha remitido al posicionamiento del Gobierno de España tal y como ya había señalado el titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien dijo que para aplicar la legalidad en Gibraltar y en los alrededores, la mejor fórmula es el diálogo, y que estamos perfectamente dispuestos a aceptar los grupos ad hoc de geometría variable a los que ya se han aludido con anterioridad, en los que estén representados tanto los estados soberanos, España y Reino Unido, Gibraltar, por supuesto, y los municipios colindantes, así como cualquier otra administración que tenga algo que aportar de cara a mejorar las relaciones entre ambos lados de la verja.

Se cumple un año desde que Gibraltar arrojara "los bloques de la maldad"