Estas maniobras se producen en el marco del Proyecto Marshall, una iniciativa emprendida en 2015 por el Ministerio de Defensa británico con un presupuesto de 1.730 millones de euros y un plan de ejecución de 22 años para la actualización y mejora de las infraestructuras de control aéreo militar en distintas bases de Reino Unido, que incluyen las de Gibraltar, Chipre y Malvinas.

El programa incluye una inversión de 400 millones de libras esterlinas en radares de vigilancia avanzados y una amplia gama de equipos sofisticados, como sistemas de torres, nuevas radios y ayudas de vigilancia y navegación.

La semana pasada, Gibraltar ya aumentó su estado de alerta como medida preventiva ante los ataques de Rusia en Ucrania. A esta medida se han sumado otras como la prohibición de acceso tanto a aviones rusos a su espacio aéreo como a embarcaciones rusas a su puerto.