Un ciudadano español ha sido condenado a una pena, con suspensión de la ejecución de la sentencia, y a una multa de 1.000 libras esterlinas tras declararse culpable de cuatro robos en vehículos de motor.

A.D.R.S, de 18 años y natural de La Línea, fue condenado ayer por la mañana por la Corte de Magistrados (Magistrates' Court) a 10 semanas de prisión, una sentencia cuya ejecución se ha decidido suspender durante un año.

Su cómplice, C.M.S., también residente en La Línea y de 18 años, se declaró asimismo culpable de los mismos cuatro robos, pero no se presentó ayer ante el tribunal que dictaba su sentencia, por lo que se ha emitido una orden de detención contra él.

En el tribunal se declaró que, a las 22h del martes 18 de enero, un ciudadano informó de que dos hombres parecían estar manipulando vehículos en Vineyards Estate. A continuación, se les vio abandonar la zona en un coche con matrícula española.

Una hora más tarde, los agentes de la Policía del Ministerio de Defensa de Gibraltar dieron el alto al coche en la zona de British Lines Road, justo cuando estaba a punto de salir de Gibraltar.

Los dos hombres fueron detenidos y se registró el coche, en cuyo interior los agentes encontraron objetos que podrían haber sido robados, entre ellos la documentación y la llave de contacto de una motocicleta, cuyo robo se había denunciado en Naval Hospital Hill esa misma mañana. La motocicleta fue encontrada más tarde en las inmediaciones, y faltaban varios objetos del maletero.

A.D.R.S y C.M.S. fueron entonces detenidos por agentes de la Policía Real de Gibraltar (Royal Gibraltar Police, RGP) y llevados a la Comisaría de Policía de New Mole House. 

Una investigación realizada por los detectives del Departamento de Investigación Criminal (Criminal Investigation Department) descubrió que se habían estado comunicando a través de teléfonos móviles y participando en la venta a terceros en España de artículos que habían robado de vehículos en Gibraltar. En sus teléfonos había numerosas imágenes de cascos de motocicleta. 

Tras serles leídos sus derechos, fueron interrogados y admitieron haber entrado en Gibraltar con el propósito de robar vehículos de motor en distintas fechas. Más tarde, esa misma noche, fueron acusados de ocho delitos de robo. 

Tras declararse culpables ante la Corte de Magistrados, ambos fueron puestos en libertad bajo fianza hasta ayer (17 de febrero), a la espera de un informe previo a la sentencia y de una fianza de 2.000 libras esterlinas cada uno.