¿Cómo era vivir sin tener miedo?
¿A que olía la paz por las mañanas?
¿Tanto importa una etnia, un clan,  un credo
cuando en vez de personas somos dianas?

¿Por qué coño la ONU hace el Tancredo?
¿Dónde están mi chiquillo y mis hermanas?
¿Quién mató a mi mujer? ¿Cuánto más debo
al fanático dios de las sabanas?

¿Quién dirige en las sombras esta orquesta?
¿Cuántas guerras civiles son precisas?
¿Dónde están la belleza, el agua, el pan?

Las preguntas aún buscan su respuesta
en un mar de intereses y divisas
desde el norte de Ucrania hasta Sudán.