Con el gordo este año poca broma,
que ya el año pasado pinché en hueso,
diciendo "me ha tocado, toma, toma!
y tuve que pagar por el exceso.

No voy a repetir la idea que tuve
fingirme, por un rato, millonario,
rayándole a mi jefe el BMW,
corriendo en bolas por el vecindario.

Cagarme en la mesita del despacho
de aquel insoportable mamarracho
que estaba por firmarme la hipoteca. 

Y luego desdecirme del jolgorio
rindiendo pleitesía a Don Gregorio...
Madre de dios, aún dura la jaqueca.

El pobre poeta enmascarado