A Verónica. In Memoriam.
I
Se han marchado la luz, la paz, la brisa
con ojos infinitos, la ternura,
el talento, la gracia, la dulzura,
el cine disfrazado de sonrisa.
Y dónde hallar ahora esa mirada
de prístino cristal, aguamarina,
y dónde hallar la rosa sin espinas
y dónde las espinas encarnadas.
Nos deja en un amargo sobresalto,
aunque vuela Verónica más alto
a un espacio de focos y alucine.
La vida a veces es una mudanza
que acierta a desdecir las alabanzas.
Estrellas con estrellas y sin cine.
II
Hoy se marchó Verónica Forqué
y siento que la ausencia se hace fuerte.
Es parte de vivir el que haya muerte,
igual que preguntarse que Por Qué.
Hoy se marchó Verónica y no sé
si borrará este baño de aguafuerte
los años de buen cine y buena suerte,
la vida sin complejos ni corsé
Nos queda un hueco enorme tras su marcha,
como una pena gris sobre la escarcha
y una triste pregunta sin respuesta.
Habrá que preguntar en una encuesta
si es la vida a quien hay que darle cancha
o al contrario, a la muerte y a su mancha.
Es poeta enmascarado