Es fácil cada día ver a personas tirar las colillas al suelo sin pensar como repercutirá en la naturaleza. Cientos de calles, que sin tener otros residuos tirados (papeles, botellas, etc.), se ven inundadas de este resto de cigarro. Las alcantarillas son colmatadas y finalmente acaban en nuestros río, playas y mares.  

Muchos animales ven estas colillas como posible alimento. Peces y aves mueren al ingerirlas o incorporan sustancias tóxicas a sus organismos con el peligro de llegar a las personas por su consumo. 

Desde la Asociación Nereide han lanzado una campaña para concienciar a los fumadores de que depositen las colillas en los lugares habilitados para ello. 

Link de la campaña: http://chng.it/G7QXQYLmdm