Según ha informado la Policía en un comunicado, la red delictiva proporcionaba documentos falsos a los migrantes en Tánger (Marruecos) para que pudieran embarcar tras el pago de cantidades que oscilaban entre 8.000 y 14.000 euros, en función del lugar donde los ocultaban, de la calidad de los documentos falsos que adquirían o del destino final adonde los trasladaban.

Una vez en el interior de los barcos, los migrantes accedían a la bodega, donde se escondían en los bajos de algunos de los camiones.

Los vehículos estaban preparados y contaban con zonas ocultas en las cabinas o próximas al motor, que habían sido modificadas para que ocultaran en su interior hasta cinco personas. Una vez en España, les facilitaban transporte para dirigirse a otros puntos del país en vehículo particular o con billete de autobús.

La investigación ha culminado con la detención de once personas en Algeciras, Tarragona y Madrid, como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a organización criminal, favorecimiento de la inmigración ilegal y falsedad documental.

El principal responsable de la organización ha ingresado en prisión provisional.