Según ha informado la Policía en una nota, la investigación se inició tras las informaciones recabadas por la Brigada de Policía Judicial que indicaban la existencia de un punto de venta de cocaína dirigido por un hombre 47 años de edad.

De esta forma, en las vigilancias realizadas, los investigadores detectaron "un notable trasiego de personas" que se desplazan hasta el domicilio del principal investigado, quien tomaba "múltiples medidas de seguridad", así como las transacciones realizadas en otros puntos del centro urbano, "siempre con gran discreción".

Así pues, tras realizar varias incautaciones de cocaína a algunos de los compradores y ante las pruebas incriminatorias recabadas, se solicitó al Juzgado de Instrucción número dos la entrada y registro en los domicilio, cuyo titular autorizó la ejecución de los mandamientos.

Asimismo, la Policía ha detallado que uno de ellos era utilizado como 'punto de venta de drogas', lugar donde es distribuida esta sustancia estupefaciente y, el segundo, como 'guardería', lugar de ocultación del grueso de esta sustancia.

Como resultado de los registros realizados, los agentes localizaron un total de 186 papelinas de cocaína dispuestas y preparadas ya para la venta directa, así como otras ocho bolsas más grandes que contenían un total de 45 gramos más de "gran pureza", lo que refleja "la potencialidad" del punto de venta en cuestión y el trasiego continuo de compradores que mantenía.