Los presuntos autores contactaban a través de páginas web o aplicaciones de contactos con personas de avanzada edad, a las que le remitían fotos de la presunta autora con sus características físicas, con la intención de acordar un encuentro con la víctima en la vía pública o en locales de ocio, todo con la intención de ganar su confianza y subir a la vivienda de la víctima con la intención de mantener relaciones sexuales.

Una vez en el interior del domicilio, la mujer indicaba a la víctima que se duchara antes de mantener relaciones sexuales, minutos en los que aprovechaba para sustraer numerosos efectos guardados en las habitaciones como teléfonos móviles, joyas, dinero, tarjetas bancarias e inmediatamente marchar del domicilio y huir en el coche junto a su compañero, el cual le estaba esperando debajo de la vivienda para huir con los efectos sustraídos.