La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) ha lamentado que hayan tenido que pasar siete años para que se enjuicie al acusado, para el que piden cuatro años y cinco meses de prisión por un delito de atentado a agente de la autoridad y cuatro años de prisión por un delito contra la seguridad vial.

Los hechos se produjeron el 7 de noviembre de 2014, cuando los dos agentes agredidos en un control rutinario de verificación y control de vehículos dieron el alto a una furgoneta cuyo conductor hizo caso omiso a la orden de alto, iniciándose inmediatamente una persecución por la AP-7, a la que se unieron en apoyo otras unidades.

Ya próximo al termino municipal de Casares, el conductor de la furgoneta terminó envistiendo al coche patrulla provocando lesiones a los dos agentes. A uno de ellos, las lesiones sufridas en las piernas le han supuesto entrar tres veces en quirófano y una baja para el servicio de tres años.

"Más de 7 años en los que, mientras el guardia civil entraba y salía del quirófano y del hospital tratando de recuperarse de las lesiones sufridas para volver a estar apto para el servicio, el delincuente ha seguido ejerciendo su “oficio” en libertad y sin responder de sus actos ante la justicia", denuncia AEGC.

El colectivo considera que esta situación "supone un doble escarnio para nuestros compañeros, que han sufrido una agresión y han tenido que soportar la lentitud de la justicia, porque ¿de qué nos puede resarcir una justicia que tarda 7 años en sentar en el banquillo de los acusados al autor de un hecho tan grave?".

"Y aún queda un último agravio que soportar: una condena menor por considerar a los guardia civiles agentes de la autoridad en vez de autoridad como llevamos años reclamando desde AEGC, como un juzgado y una fiscalía específicos que se encargue de los delitos de narcotráfico para que los juicios no se dilaten en el tiempo lo que posibilita a los delincuentes salir impunes por la dilación de la justicia, algo que nos tememos podría ocurrir ahora con este narco y que ya ha ocurrido en otras ocasiones", lamentan.

AEGC recuerda también que, cuando se produjo este incidente, "ya avisamos de que el incremento de la agresividad de los narcos pondría en mayor riesgo la vida de los agentes. Desgraciadamente el tiempo nos ha dado la razón con varios miembros de las fuerzas y cuerpos seguridad del Campo de Gibraltar muertos en acto de servicio, incluido un policía local".

"Por todo ello, en nuestra asociación esperamos que todas las promesas de mejoras que nos han venido haciendo desde las instituciones competentes, a todos los que luchamos contra el narcotráfico, no sigan dilatándose y de verdad se pongan en práctica, empezando por la consideración de zona de especial singularidad para todo el Campo de Gibraltar anunciado por el ministerio del Interior pero que seguimos esperando", concluyen.