Un instante de la agresión (2)
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Kiko 'El Cabra', la historia del piloto de la narcolancha que arrolló a los guardias civiles

Kiko 'El Cabra', la historia del piloto de la narcolancha que arrolló a los guardias civiles
Kiko 'El Cabra' pilotaba la narcolancha que el pasado viernes mató a dos agentes en Barbate, diez días después de que uno de sus mejores amigos, como él vecino de La Línea de La Concepción y relacionado con las redes de tráfico de hachís, muriera en otra 'goma' que embistió a la Guardia Civil en Sanlúcar de Barrameda.

"Siempre andaban juntos", ha explicado a EFE una fuente de La Línea de La Concepción. Pero ver tan de cerca, con la muerte de su amigo, el peligro de las potentes narcolanchas no hizo que 'El Cabra' se planteara dejar su vida en las 'gomas'.

Por algo, cuentan quienes le conocen, Francisco Javier M.P., de 46 años y que llevaba al menos quince años a bordo de narcolanchas se había ganado el apodo de 'El Cabra'.

Diez días después de la muerte de su amigo en otra narcolancha

El pasado 31 de enero su amigo Marcos, de su misma edad y con antecedentes por contrabando, tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal, murió en la desembocadura del río Guadalquivir, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) al colisionar la narcolancha en la que estaba con la patrullera Río Águeda.

La patrullera se había acercado a la narcolancha al verla detenida, al pairo y aparentemente sin nadie a bordo.

No vieron que sus tres tripulantes estaban tumbados en el suelo, posiblemente descansando en una de sus largas esperas para hacerse a la mar a surtir de combustible a una narcolancha. Llevaba 90 garrafas de 25 litros de gasolina.

Al darse cuenta de la presencia de los agentes, arrancaron a toda prisa la embarcación para tratar de huir y colisionaron con la patrullera.

Días después de que su amigo fuera enterrado, 'El Cabra' estaba en otra 'goma', en una de las cuatro lanchas que esperaba el pasado viernes en el puerto de Barbate a que amainara el temporal para continuar con el trasiego de hachís desde Marruecos.

El viernes, ya oscurecido, una embarcación de la Guardia Civil acudió a la entrada del puerto a identificarles (las narcolanchas están prohibidas desde 2018).

Y el 'El Cabra', sabiéndose en una lancha mucho más grande y potente que la de los agentes, se puso a dar vueltas alrededor de la patrullera para zarandearla, antes de embestirla y pasarla por encima, matando a dos agentes.

Una huida que acabó entre la maleza de la sierra de Carboneras

 La narcolancha salió después huyendo hacia Sotogrande, donde les esperaba un coche.

 Allí descendieron tres de los tripulantes, que fueron detenidos junto a los dos hombres que fueron a buscarles en un vehículo. Según fuentes próximas a la investigación, estos tres hombres han contado que ellos habían ido a la 'goma' para arreglar una avería.

 Este detalle podría explicar que hubiera seis hombres a bordo de la narcolancha y no tres, como suele haber.

 Según las fuentes, después de dejar a estos tres hombres en Sotogrande, 'El Cabra' y los otros dos tripulantes pasaron la noche en la embarcación, hasta que a la mañana siguiente encallaron en algún punto de La Línea y huyeron a pie hasta esconderse en la sierra de Carboneras, entre la maleza, mientras un dispositivo por tierra y aire les acorralaba hasta su detención sobre las dos de la tarde.

Un todoterreno, una casa en villa narco y antecedentes por disturbios en la pandemia

El Cabra' empezó "desde muy joven" en las redes del tráfico de hachís. Empezó ayudando a desembarcar fardos en la playa, hasta que subió en el escalafón, como copiloto y piloto de 'gomas', uno de los trabajos mejor remunerados ya que pueden llegar a cobrar unos 15.000 euros por viaje, dependiendo de la cantidad de droga.

Tiene una casa en La Línea de la Concepción y otra en El Zabal, un área de la localidad conocida como 'villa narco'.

También tiene un coche todoterreno 4x4 con el que le gusta correr el rally Paris-Dakar, según las fuentes.

'El Cabra' pertenece a un nueva generación en las redes del narcotráfico.

 "Antes las redes del Campo de Gibraltar funcionaban con pilotos expertos, ahora no, las maneja cualquiera que sepa un poco", dicen fuentes de la lucha contra el narcotráfico en la zona.

 "El traficante de antes tenía un respeto, unos códigos. No quería problemas con la policía o la guardia civil. En la persecución del gato y al ratón, cuando el gato cogía al ratón, el ratón se resignaba, no se enfrentaba. Ahora no", cuenta la misma fuente.

'El Cabra ', con antecedentes por resistencia, desobediencia y blanqueo de capitales, fue detenido por última vez en febrero del año pasado, con 40 kilos de hachís.

También fue detenido en marzo 2020, por participar en los disturbios con los que un grupo de vecinos de La Línea de la Concepción trataba de impedir la llegada al municipio de un autobús con 28 ancianos que eran conducidos a un edificio de la localidad para evitar los contagios de un brote de coronavirus en su residencia en Alcalá del Valle.

El grupo recibió al autobús con los ancianos con disturbios, lanzando piedras y artefactos incendiarios y quemando contenedores. 'El Cabra', detenido en estos disturbios, mostró que no respeta a las Fuerzas de Seguridad ni cuando tratan de proteger a ancianos asustados en una pandemia.

Kiko 'El Cabra', la historia del piloto de la narcolancha que arrolló a los guardias civiles