La Policía Nacional ha arrojado hoy nuevos datos sobre la Operación Toronto, en la que se detuvo ayer a cuatro personas y se intervinieron 340 kilos de hachís. La investigación policial había conducido a la localización de una vivienda en La Piñera, que era utilizada como un auténtico laboratorio para el cultivo y procesado de marihuana.

A esta plantación acudía a diario uno de los detenidos, que era el encargado del cuidado y el mantenimiento de la misma, y que en ocasiones accedía con sacos de turba y productos fertilizantes. Los cultivos estaban además enganchados ilegalmente al tendido eléctrico.

El cabecilla de la red desarticulada, apodado 'El Taranto', es un viejo conocido de la Policía, al que se relacionada con los incidentes violentos vividos durante los últimos meses en el barrio de La Piñera, algunos de ellos con armas de fuego, y que habían provocado un incremento de la presencia policial en la zona.

El Taranto era el encargado de dirigir y fiscalizar el progreso del cultivo, ejerciendo de dueño y líder de la organización.