Si estas intervenciones hubiesen sido la tónica general, otro gallo habría cantado y muy probablemente su triste final no habría sido el que está siendo.

Dicho esto, quiero también dejar claro que discrepo de parte de su discurso epitafio, esta vez leído, en el que hizo un intento descarado para apropiarse de la Transición y de la Constitución de 1978.

Pablo Casado olvidó, supongo que intencionadamente, que el PP es el heredero de AP partido fundado por Manuel Fraga y que 8 de los 16 diputados que en aquel entonces tenía este Partido, votaron NO a la Constitución.

Pablo Casado también olvidó, supongo que igualmente de forma intencionada, que en 1979 la UCD de Adolfo Suárez obtuvo 168 diputados y que Coalición Democrática que integraba a la AP de Fraga se quedó en 9.

Pero lo más grave a mi juicio, es que Pablo Casado  olvidó y supongo que esto no fue intencionado, que el derrumbe de la UCD lo provocó la derecha franquista más radical y aupó a Fraga que era su nicho ideológico.

Este olvido de la historia reciente por Pablo Casado si no lo corrige una nueva dirección del PP, podría hacer que se  repitiese la historia y ahora los protagonistas serían PP y VOX.

Todo apunta a que sea el nuevo Presidente Núñez Feijóo, confío que por la salud y estabilidad de nuestra democracia, oriente su labor de líder de la oposición de forma que esto no ocurra.