A Weber lo leen en las Facultades de Económicas y Empresariales. Uno de los temas más interesantes de Weber es el papel del gobernante en las contradicciones y conflictos que surgen en el Parlamento, dentro de los Partidos y entre los territorios, que debe como mínimo intentar controlar estas tres fuerzas.

Entiendo que la atracción de la política es, la del poder como tal, pero mi opinión es que el político no debe mostrarse sólo como político de poder. 

¿En qué se distinguen los que se manifiestan y lanzan exabruptos, de los demagogos extremos que pretenden acaparar la ética de nuestra convivencia?

La Democracia tuvo que negociar con el terrorismo (recordemos en 1999 en Suiza a comisionados, mediadores, relatores). Las consecuencias de una mala política, ha permitido al independentismo pasar de ser minoritario a ser casi la mitad de la población en Cataluña. 

El gobernante debe ser valiente, debe intentar resolver esta situación, la ética de la responsabilidad y de la convicción no son opuestas, sino de alguien que tenga verdadera vocación política.