¡Qué dedo me corto que me duela menos!

Soy desde 1978 militante del PSOE y de la UGT. Me consta la responsabilidad que mi sindicato siempre ha mostrado en la defensa del derecho de los trabajadores y trabajadoras. También las CCOO han tenido siempre una actitud muy responsable. Ambos son los sindicatos mayoritarios en nuestra comarca.

En mis tiempos de presidente de la Mancomunidad fui requerido en muchas ocasiones para mediar en conflictos. Mis buenas relaciones con AGI, en particular con Manuel Morón y Santiago Miño, también con Miguel  Alberto Díaz, Manolo Lobo y otros muchos dirigentes sindicales de aquella época, sirvieron para prevenir algunos conflictos, que resolvimos en encuentros previos.

El sector del metal exige justas reivindicaciones que deberían haberse resuelto antes de llegar a la huelga, por nadie deseada. No creo que falte voluntad en resolver este grave conflicto que a tantos perjudica.

Nuestra comarca fue paradigma en conflictos como los de Acerinox, el Puerto... Pero ahora vivíamos años de sosiego y paz, que deberían continuar, en beneficio de todos. Siéntense los interlocutores y no se levanten hasta no haber logrado el acuerdo que satisfaga a las partes. Implíquense los dirigentes políticos.

Nuestra provincia y en particular nuestra comarca ha sido la gran olvidada de las distintas administraciones. Yo entono el mea culpa en la parte alícuota que me corresponde.

Animo a los actuales dirigentes políticos a que se fajen, a que pisen los charcos.