Si no conseguimos ser felices con poco, no lo vamos a conseguir con mucho. La felicidad está dentro de nosotros, está junto a las cosas más elementales de la vida: el amor, la familia, los amigos y tener tiempo para gastarlo como cada cual desee.

Sabéis bien que lo que nos hace felices son siempre las mismas cosas y suelen ser pocas. Si pensáis en lo más importante de vuestras vidas, veréis que no tiene nada que ver con lo económico.

La construcción de una sociedad socialdemócrata tiene muchas dificultades, pero construir una conducta humana que asuma una actitud solidaria, no debería ser tan complicado.

Los jóvenes de mi generación queríamos arreglar el mundo, no lo conseguimos, pero hicimos notables esfuerzos. Ahora hay una crisis colosal, se necesitan medidas urgentes a favor de la igualdad, porque la desigualdad amenaza la estabilidad y la paz.

Es espantosa la concentración de la riqueza en tan pocos. Sigo viendo en los mismos jóvenes de entonces la mayor inquietud por ello.

Las redes sociales la están copando ideas ultraconservadoras que pasarán factura si los demócratas no lo evitamos.