Opinión

La fianza al violador Alves

La fianza al violador Alves
La Audiencia de Barcelona condenó en Febrero pasado al jugador de fútbol Dani Ales, como autor de un delito de agresión sexual -violación- a una joven, a la pena de 4 años y 6 meses de prisión. 

En el momento de ocurrir los hechos -Diciembre de 2022- se hallaba en vigor la Ley del Si es Si, Ley de Podemos, y que suponía la reducción de penas por estos delitos, en dos años. De ahí que, en lugar de 6 años y 6 meses de prisión, le impusieran 4 años y 6 meses.

Ya condenado, caben dos recursos ante la Sala de Apelación del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña -ya planteado- y posteriormente ante el Tribunal Supremo.

Y entretanto ello ocurre, solo puede permanecer en prisión la mitad de la pena impuesta, esto es, 2 años y 3 meses. Y como quiera que en escaso tiempo se cumple ese plazo, la Audiencia ha decidido fijar fianza, para garantizar que, de confirmarse la sentencia, el condenado volverá a cumplir el resto de la pena. De no volver, el millón de euros de fianza, pasarán automáticamente a las arcas del Estado.

Y es ahí, donde surgen las dudas sobre si una persona condenada y ya en libertad, regresaría para el cumplimiento de cuanto reste de la condena, pese a la fianza que pueda depositar.

Hay que pensar se trata de un nacional brasileño, y que pese a que se le haya prohibido la salida de España y retirado el pasaporte, no es menos cierto que, todos conocemos medios para llegar a un determinado lugar, un país extranjero sin que, se exija pasaporte. Y si la llegada es a su país, la entrada no se le puede negar por ser nacional del mismo.

De otro lado, es de tener en cuenta que España no tiene convenio de extradición con Brasil, con lo que dificulta la vuelta de Alves; y es más  ningún país suele extraditar a sus nacionales para que cumplan penas en un país extranjero.

Difícil decisión la adoptada por la Audiencia de Barcelona, contra la expresada por la Fiscalía y por la propia víctima, que interesaban permaneciera en prisión hasta la resolución de los recursos.

Y es que, en este asunto, la escasa penalidad con la que se castigaban esos hechos, y corregido con posterioridad, han hecho de este caso algo que nunca debería ocurrir más;  donde hay un beneficiado -el jugador- y una víctima, la chica que, al parecer esa noche conoció y sufrió un ataque sexual que jamás podrás olvidar, con las secuelas que le conllevará para toda su vida; y que se agravaría al no aparecer más por nuestro país, el condenado, y solo haber cumplido 1 año y 4 meses por un delito tan execrable.