Opinión

Gibraltar. La necesaria cooperación conjunta

Gibraltar. La necesaria cooperación conjunta

Mucho se está comentando estos días en torno a lo sucedido con la colisión de dos buques en aguas del Estrecho y del vertido, aunque ya parece controlado, del 'OS 35'. Se han hecho declaraciones de políticos en torno a la pertenencia a España de las aguas donde ha ocurrido el accidente.

Pero lejos de entrar en polémica sobre la actuación concreta de las autoridades del Peñón en este concreto caso, lo cierto es que Gibraltar se encuentra ubicado frente a las costas y la Bahía de Algeciras, por lo que los problemas que acaecen a diario incumben -lejos de entrar en temas como la soberanía-, solucionarlos de la mejor manera posible.

España y Reino Unido, dentro de las negociaciones post brexit en relación a Gibraltar, tienen la obligación de solucionar este y otros muchos problemas que generan la vecindad con Gibraltar. Y es que hay que recordar que, junto a las normas que rigen en materia de aguas, existen otro tipo de situaciones que obligan a que haya un diálogo directo para solventar cuestiones de importancia.

Me estoy refiriendo a asuntos medioambientales, represión del tráfico de drogas -delincuentes que huyen a Gibraltar al ser perseguidos por Fuerzas de Seguridad españolas-, el tratar de evadir fiscalmente capitales, inmigración ilegal y otros cualesquiera que exigen o bien la resolución conjunta o bien una cooperación para su resolución.

Y ello, en la mayoría de las ocasiones lo ha de ser de forma rápida, sin mayores aspavientos, y por supuesto, y en estos casos, obviando cuanto pueda resultar espinoso en aquellas cuestiones que puedan afectar a las reclamaciones tradicionales de España.

Y pienso es cuanto ha sucedido en el caso de la colisión de buques y consiguiente vertido.

Las manifestaciones fiables aparecidas en diversos medios dan fe de cuanto ha ocurrido tras dicho accidente: Comunicación por parte de la Capitanía Marítima de Gibraltar a la de la APBA, y cooperación mutua para solucionar lo importante, que lo constituía la extracción del fuel y el menor daño posible al medio ambiente que afectaba a las aguas de la Bahía.

Considero un ejemplo de solidaridad que debe fomentarse para afrontar esas otras situaciones que, como decía, se suelen dar con mayor frecuencia. No se puede -por mucho que quiera hacerse política-, olvidarse que Gibraltar es un vecino muy próximo, y que al igual que existe un teléfono rojo entre las Capitanías Marítimas del Peñón y Algeciras, ha de existir otro para la resolución de cuantas cuestiones hayan de resolverse y que afecten a ambas partes.