Opinión

Juventud, oportunidades y retos

Juventud, oportunidades y retos
Son muchísimas las ocasiones en las que se debate sobre la juventud, sus problemas, atenciones y otras cuestiones referentes a los mismos, y en cambio, rara o escasas -o casi nulas- las veces que participan éstos con voz propia para ser oídos en torno a su futuro.

No es dable comparar unas generaciones con otras, ya que, en cada época, se enfrentan a sus propios retos -distintos en cada momento- y contextos sociales. No obstante, siempre han sido los adultos quienes se ocupan de criticar las actitudes, gustos y hábitos de las generaciones más jóvenes para culpabilizarles de todos los males de la sociedad.

Sin embargo, en los últimos diez años, observo que nos encontramos ante jóvenes solidarios, inconformistas, integradores, participativos y conscientes de las desigualdades que se suceden en la sociedad en la que vivimos; y aquéllos se encuentran preparados para asumir retos y cambios necesarios en los ámbitos de la educación, transición ecológica, digitalización, machismo y otros muchos campos.

Encuestas recientes, aprecian cómo 9 de cada 10 mujeres y 8 de cada 10 hombres, consideran que la violencia de género es uno de los problemas que preocupan y más importantes a la sociedad en general.  

La pandemia del Covid-19 ha afectado gravemente al mercado de trabajo, y los más perjudicados han sido los jóvenes, que han encontrado y siguen encontrando dificultades para encontrar un puesto acorde con su preparación académica y profesional, teniendo que realizar otros con merma de su remuneración.

La vida independiente a que aspira todo joven se ve frustrada por la temporalidad en los trabajos, el salario medio o la sobrecualificación, que llevan a dificultar esa autonomía vital que pretenden y de poder realizar sus proyectos profesionales. Las oportunidades de que gozan son muy escasas, y lo más preocupante es que entiendan que es normal en la propia mentalidad de los jóvenes, lo que puede conllevar a la resignación, frustración, con graves consecuencias para la salud mental.

Encuestas realizadas recientemente sobre prioridad de los jóvenes, destacan que la principal de ellas, es contar con mejores oportunidades laborales; la segunda, gozar de una educación mejor y por último, la protección del planeta y los recursos naturales.

Las razones por las que no se logra una educación de calidad son, Informe de Naciones Unidas, entre otras, las siguientes:

  • El reducido número de docentes capacitados.
  • Las malas condiciones de las escuelas.
  • Las diferentes oportunidades que tienen los niños y niñas que viven en zonas rurales.   

Para hacer frente a estos retos, es necesario invertir en las infraestructuras de las escuelas, en la formación de docentes y crear becas para los estudiantes.

Considero que, la educación es el motor de la transformación de la sociedad en todos los sentidos. Cuando los menores reciben una educación equitativa y de calidad, se trabaja por un mundo más justo y se lucha para que tengan una mejor calidad de vida en el futuro.

Como conclusión a lo expuesto, estimo que hay que trabajar con los jóvenes, oír sus opiniones, proporcionarles oportunidades para poder desarrollar sus proyectos, y en igualdad de condiciones, sin inclinar la balanza hacia el lado de quien tiene un claro apoyo. Y sobre todo, hay que hacer que tengan opciones de ocio y no caigan en la monotonía, y que puedan vislumbrar un futuro en condiciones a las que demanda este siglo XXI.