Opinión

Las Elecciones

Las Elecciones
Sánchez perdió las elecciones, aunque celebrara la derrota como una victoria. Lo que celebraba en realidad era la posibilidad de  continuar en el poder, no de habernos librado del diablo

¿Qué creen que le importaba más a Sánchez en las pasadas elecciones generales, que España no cayera en las garras de la ultraderecha o permanecer en el poder al precio que fuera? “España ha hablado”, dijo en el balcón de Ferraz recién acabado el recuento de votos, tras haber perdido claramente las elecciones. 

Porque las elecciones las perdió, aunque celebrara la derrota como una victoria. Lo que celebraba en realidad era la posibilidad de  continuar en el poder, no de habernos librado del diablo. Pero a pesar de su campaña tóxica en connivencia con el periodismo más mercenario, las elecciones las ganó la derecha.

Jordi Évole ha hablado de la pérdida de votos de la extrema derecha, pero no ha hablado  de los que perdió la extrema izquierda, o sea, Sumar, que ni siquiera fueron capaces de mejorar los peores resultados de Unidas Podemos. Yolanda Díaz quedó en último lugar, pero también lo celebró. ¿Qué celebró en realidad? Evidentemente, que si seguía Sánchez en la Moncloa tendría otra vicepresidencia en el Gobierno y seguiría disfrutando de un lujoso piso de cientos de metros cuadrados en el casco antiguo de Madrid, del Estado, y la posibilidad de ser presidenta del Gobierno cuando Sánchez se fuera, que son sus planes. Porque tendría difícil serlo a través de las urnas, seamos sinceros, como también lo tendrá dificil Santiago Abascal. 
Lo hemos visto en estas elecciones: el populismo de izquierdas y de derechas van a menos. Miren cómo ha quedado el mapa de España, casi azul por completo. Los españoles hablaron, sí, pero no para darle una victoria a Sánchez, sino a Feijóo. 

Es cierto que no va a poder gobernar, pero tampoco Sánchez, salvo que haga lo que acabará haciendo: volver a buscar el apoyo de partidos independentistas  de los que quieren acabar con España. Incluso el de un fugado de la Justicia, como el independentista catalán Puigdemont. Cualquier cosa menos facilitar un gobierno de la derecha con Feijóo de presidente. 

Mientras esté Sánchez en los mandos del maltrecho socialismo patrio, esto no pasará nunca. O sea, que PP y PSOE se entiendan alguna vez.
Patricio González