Opinión

Sin ton ni son

Sin ton ni son

Nos han hecho y nos hacen reír, nos hacen llorar, nos hacen soñar, imaginar, fantasear, bailar... incluso a veces hasta logran que nos durmamos.

Durante las largas semanas de confinamiento para combatir la pandemia de la covid-19, sin la música, el cine, las series, la literatura, las publicaciones sobre artes plásticas y sin las grabaciones teatrales en youtube o en directo por 'streaming', la mayoría, en vez de asomarse a las ventanas y salir a los balcones a aplaudir a los sanitarios, nos habríamos tirado al vacío. Muchos de los problemas mentales que ha habido y que, todavía, existen , son una consecuencia de eso durísimos confinamientos .

El encierro, que fue duro, habría sido el infierno en la tierra. Pero toda esa cultura que nos salvó y nos salva cada día de embrutecernos y aburrirnos es fruto del trabajo de muchísimos profesionales. Esto suena suena a perogrullo. Y la verdad es que lo es.

Y también es más que sabido que esos agentes culturales y esa gente del mundo de la cultura que logran desde el escenario que lo pasemos pipa son personas como el resto, como todos nosotros.. Personas que tienen sus obligaciones, que tienen sus gastos y sus facturas , facturas que no las pagan los aplausos.

Muchos artistas y empresarios del sector cultural llevan desde 2021 sufriendo las de Caín por los impagos que están teniendo en muchísimas instituciones como ayuntamientos y diputaciones provinciales. E, incluso, también , en algunas de nuestras administraciones autonómicas.

Pero los días, los meses y los años pasan. Y los adelantos y créditos que se pidieron para poder llevar a cabo los espectáculos y actividades que se ejecutaron y no se han pagado tienen a muchos a punto de echar el cierre. De hecho, muchos han echado ya esos cierres.

Confiemos en que los nuevos equipos de gobierno de estas instituciones( del color que sean porque las hay de todos los colores) sean diligentes y solventes quitando la millonaria deuda cuanto antes.

Y que no olvide ninguno para el futuro que se hace de verdad cultura cuando se paga y no cuando se programa sin ton ni son y por la cara.