Una de las marcas del Encuentro Internacional de Guitarra Paco de Lucía es la apuesta por la diversificación, por otras músicas y horizontes en los que expandir el legado del genio de La Bajadilla. Y esta octava edición no iba a ser una excepción.

En la noche de este domingo, llegó el turno para el tono ligero y desenfadado, que llegó de la mano del utrerano Juanlu Montoya. De principio a fin, su actuación fue una apuesta por el pop más fresco, por la alegría, los tonos pegadizos y las letras conectadas con la realidad de la gente joven. Un soplo de frescura que llegó al parque María Cristina para hacer brotar otros sonidos, que conectaron con un público más joven que de normal en la cita con el legado de Paco.

Juanlu Montoya es nieto del gran artista Enrique Montoya. Y no lo puede negar. Compone su música y sus letras, que él mismo se acompaña a la guitarra. Y en ellas suena desde la rumba suelta y cantable, pegadiza y alegre, hasta los sonidos del pop teñidos de un cierto aroma de flamencura sin ambiciones. Natural. Así es la música de un Juanlu Montoya en la que también se adivina su admiración por el bolero de Moncho en algunos temas algo más parados y sentidos.

Música joven, ritmo y alegría para el ecuador del festival, que esta noche deja paso al sonido cubano de Alain Pérez, quien fuera bajista de la última época del sexteto de Paco de Lucía; y al baile de la algecireña Noelia Sabarea.