Alejandro Sanz investido como doctor Honoris Causa por la UCA
Alejandro Sanz investido como doctor Honoris Causa por la UCA

Alejandro Sanz: "La alegría es el condimento fundamental para cualquier cosa, y la más importante es aprender"

Alejandro Sanz: "La alegría es el condimento fundamental para cualquier cosa, y la más importante es aprender"
Alejandro Sanz pronuncia un emocionado discurso en el acto de su investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz, celebrado este jueves en el salón de actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI) de Algeciras. El músico ha realizado un alegato por la alegría y ha rendido emocionado tributo a todos los que dedican su vida al conocimiento.

En un abarrotado salón de actos, con la presencia del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; y del alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, los académicos hicieron su entrada bajo el manto de la música polifónica universitaria. Un preámbulo al que siguió la lectura del acto y la entrada posterior del músico en la sala.

Su madrina, la directora de la ETSI, Paloma Cubillas, ha realizado un sentido discurso en el que ha paseado por todos los detalles biográficos del músico, deteniéndose en su vínculo con la ciudad y la provincia, así como en la historia de su discografía.

"Muchas gracias. Has hecho un trabajo increíble, me has hecho sentir muy bien y me has dado una ilusión increíble para sentir una emoción especial. Me ha encantado tu discurso", le diría posteriormente el músico en su discurso de investidura.

Tras ser investido, y con el birrete ya de Doctor Honoris Causa, Alejandro Sanz ha tomado la palabra:

"Hoy me gustaría dedicar este discurso a una asignatura que no se da en ninguna universidad. La alegría. Más allá de la inquietud, está la actitud con la que afrontamos el aprendizaje. La alegría es el condimento fundamental para cualquier cosa, y entre esas cosas, la más importante, que es aprender. La alegría que ponemos en el trabajo de cada día, la alegría de mis padres cuando celebraban mis logros, la alegría de un doctorado como este, de ser un alumno siempre, de sentir que los que saben más que tú no son una amenaza sino una alegría.

Reconozco que muchas veces he sentido el síndrome del impostor, pero déjenme los más jóvenes que les haga el camino corto: no hay nada que te llegue que en realidad no te merezcas. La vida da muchas vueltas.

Hay gente que se merece todo y no consigue lo que quería, pero no significa que no lo merezcan. Si estudias y vives con alegría, tendrás muchas oportunidades. La vida es lo que sientes y lo que haces sentir, y en eso no nos gana nadie. Mi máximo respeto por ustedes alumnos, docentes, rectores. Lo mío es seguir. Quiero dedicar un instante de este momento a otro doctor, en esta universidad, a Paco, nuestro Paco. Son tantos los motivos que hasta pudor me da pensar en unos solo. Hoy hablan de distintos toques y escuelas, pero les diré una sola cosa, Paco está en todas las guitarras. Ya estaba en la primera guitarra que me dio mi padre, Jesuli, adivínalo de qué pueblo era.

Hace años, en el discurso de mi investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Berklee, en Boston, dije que la música era matemática, pero la matemática no era música. Hoy quiero matizar esa afirmación, mirándola desde un punto de vista más poético: la matemática, la ciencia, la medicina, la historia o la ingeniería también son música. Requieren de ritmo, armonía, búsqueda de la belleza y la revelación, de la magia, de lo que está más allá de lo que parece posible, porque en la música hay una necesidad de lo académico y del estudio. Una pasión equiparable a los que buscáis vuestra vida a la búsqueda del conocimiento.

Las horas se licúan y la vida se diluye en el ansia de aprender y en las ganas de componer. Mi admiración para todos ustedes, para los académicos que os entregáis a la bella y dura tarea de transmitir el conocimiento y para los estudiantes que llevan en la sangre el ansia por conocer. Dedicar este momento a la música del conocimiento, del esfuerzo, de la curiosidad, a las universidades de todo el mundo, a la gente que estudia sin recursos en sitios donde sobrevivir ya es un logro, a gente que con un lápiz hacen arte, con una pizarra hacen estudiantes, con una guitarra cuentas historias, a lo bello de vivir buscando siempre una nota, un número, una ecuación o una estrella o un detalle que nos salve, con alegría. La alegría de vivir con la pasión por delante.

Tampoco quiero decir que todo en la vida sea alegría, por eso en los momentos más graves hay que aprender, ser constantes, hasta que la dificultad se doblegue y el viento de la vivacidad, primero como brisa y luego como un levantazo, lo llene todo de nuevo como un hormigueo en nuestros muslos. La tristeza y la preocupación sólo pueden ser un trampolín para nuestras dos mitades: la parte de nosotros unida siempre al suelo, a nuestra raíz, nuestra cultura y nuestra historia; y la otra parte siempre flotando, mirando al horizonte. Nuestros pies y nuestra cabeza, para avanzar y saber a dónde vamos, para soñar. Hay que elegir bien en la vida, porque tenemos muchas posibilidades de equivocarnos. Pero si tengo que elegir, prefiero equivocarme con una guitara en la mano.

Me equivocaba en aquel discurso. Existe mucho ritmo, poesía y armonía en la matemática, pero yo no la veía. Como tantas otras cosas que se nos revelan cuando va pasando el tiempo.

No les hago perder ni un segundo más del tiempo. Gracias y viva la alegría".

Alejandro Sanz: "La alegría es el condimento fundamental para cualquier cosa, y la más importante es aprender"