La empresa argumenta esta decisión en el hecho de que el encarecimiento e inestabilidad de los precios del suministro eléctrico y del gas natural, como consecuencia de la guerra de Ucrania, pone en riesgo y afecta a la competitividad y la viabilidad del negocio, por lo que han adoptado la decisión de proponer la prórroga del ERTE, vigente desde el pasado 17 de marzo, por un año más de duración.

Además, advierten de que las previsiones de la cartera de pedidos para los próximos meses se encuentra a niveles muy bajos y que el nivel de actividad de la factoría durante los meses de verano será muy bajo, por lo que aconsejan el cese de actividad en las instalaciones coincidiendo con dicho periodo, para evitar "situaciones de infra producción".

La empresa incide en que mantener el calendario de vacaciones de la plantilla durante los meses de verano supondría un elevado coste en el número de contrataciones para sustituciones y que, por contra, concentrar las vacaciones durante los periodos de inactividad del ERTE beneficia a los trabajadores por cuanto reduce el número de días que se verán afectados por la merma económica de la regulación de empleo.

El calendario prefijado por Acerinox para las vacaciones de la plantilla de la planta barreña es del 16 al 25 de junio; del 1 al 10 de agosto; del 12 al 19 de julio; y del 6 al 13 de septiembre.

La plantilla ha expresa su malestar por esta decisión de la compañía, y no descartan emprender acciones de protesta, que arrancarán a las 10.00 horas de este miércoles con una concentración a las puertas de la fábrica.

El malestar es mayor teniendo en cuenta que una amplia representación de los trabajadores tienen sólo seis días de vacaciones, que la empresa les obliga a utilizar dentro del ERTE. Además, genera un conflicto para aquellos que ya tienen sus paquetes vacacionales contratados, además de suponer un perjuicio para la conciliación familiar.